Hace 40 años el Deportivo jugó por primera vez en su historia en Segunda División B, categoría en la que reencontrará esta temporada y en la que se topará con cuatro adversarios que también lo fueron durante el curso 1980-81: Racing de Ferrol, Compostela, Pontevedra y Zamora. Racinguistas y granates fueron dos de los siete equipos capaces de vencer a los blanquiazules -entonces entrenados por José Martínez-, Celta, Bilbao Athletic, Cultural Leonesa, Mirandés y Tenerife fueron los otros verdugos de los coruñeses.

Los deportivistas finalizaron la competición en el segundo puesto (56 puntos) por detrás del Celta (58); y ambos equipos ocuparon las dos plazas de ascenso. En un grupo de 20 equipos, con cinco clubes gallegos, olívicos y coruñeses fueron los claros dominadores, con el Bilbao Athletic como tercero a once puntos de los coruñeses; el Compostela fue séptimo (42); el Racing de Ferrol 11º (38) y el Pontevedra 18º (26). Los granates descendieron con el Langreo (23) y el Arandina (20).

El primer derbi de esa temporada se disputó en la jornada 6ª en Balaídos, donde los olívicos ganaron con un solitario tanto de Culafic en el minuto 6. Carlos Ballesta fue expulsado a falta de quince minutos. En Riazor, los deportivistas se tuvieron que conformar con un empate (1-1), que obtuvieron merced al acierto de Piña. El defensa de Buño había igualado un partido en el que Suárez había adelantado a los celestes en el minuto 13. Era la jornada 27ª, celebrada el 8-3-1981. El Celta defendió el liderato y el Deportivo seguía segundo a siete puntos.

Al margen de los dos clásicos del fútbol gallego -fueron los primeros alejados de Primera, Segunda y Copa-, el Deportivo afrontó otros partidos de rivalidad provincial (Racing de Ferrol y Compostela), además del emotivo enfrentamiento con el Pontevedra. Tres de los rivales que tendrá en el curso que arrancará en octubre. El cuadro ferrolano se presentó en Riazor en la 7ª jornada (19-10-1980) donde dio la sorpresa al vencer (0-2) con dos goles de Alfonso. En la segunda vuelta (26ª jornada, 1-3-1981) los blanquiazules ganaron en el Manuel Rivera (1-2) con goles a última hora de Traba y de Muñoz que les permitieron remontar el tanto inicial de Alfonso para los locales.

El Compostela fue el siguiente de los adversarios gallegos en cruzarse en el camino de los blanquiazules. Visitó Riazor en la 13ª jornada (30-11-1980), partido en el que Alfonso Castro firmó el gol de la victoria coruñesa (1-0); en la segunda vuelta hubo empate en Santa Isabel (2-2), con tantos de Traba y Villanueva para los deportivistas, que siempre fueron por delante, y del coruñés Toño, que le dio a los santiagueses el empate definitivo.

El Pontevedra fue el último de los adversarios gallegos. En la jornada 17ª (20-12-80) ganaron los granates (2-0) en Pasarón. Ya en el antepenúltimo partido de liga, jugado el 10-5-81, salió goleado de Riazor (5-1), partido en el que marcaron García, Castro, Muñoz y Traba (2). Era casi la puntilla para el descenso, pues estaba a tres puntos de la salvación (las victorias se pagaban a dos puntos) y solo faltaban dos partidos. El descenso granate se consumó una semana después en Balaídos, donde perdió con el Celta. La victoria blanquiazul en Huesca (0-2) de nada le sirvió a los pontevedreses, que seguían a tres puntos de los oscenses, pero ya solo quedaba una jornada.

Además de los gallegos, el Deportivo se reencontrará esta temporada con el Zamora. En el Ramiro Ledesma (así se llamaba entonces el campo del conjunto zamorano), ganaron los blanquiazules con goles de José Luis y de Castro (0-2) en la 16ª jornada, disputada el 21-12-1980. En la segunda vuelta, los deportivistas repitieron resultado en A Coruña (2-0) con tantos de Castro y Muñoz el 3-5-1091 (35ª jornada).

Reencuentro con cuatro viejos conocidos de hace 40 años, aunque con el Compostela hay enfrentamientos más recientes en la liga, como los que se produjeron en la década de los 90 con ambos equipos en Primera División. Sin embargo, con los otros tres equipos, Racing Ferrol, Pontevedra y Zamora, los deportivistas no volvieron a coincidir desde entonces en el llamado torneo de la regularidad.