En el inicio de los años 80 el Deportivo tenía que empezar a regenerarse, otra vez. En menos de un decenio, el denominado equipo ascensor (estaba una temporada en Primera, a la siguiente en Segunda y volvía a subir) había pasado de ser favorito en el retorno a la elite a tener que convivir alejado de las dos primeras categorías del fútbol español. Primero topó con sus huesos en Tercera -1974-75- tras dos descensos consecutivos desde Primera; volvió a Segunda en un año y apunto estuvo de obtener el billete para la máxima categoría tras su regreso; sin embargo, este reencuentro ilusionante con la categoría de plata, truncado en buena parte por Pes Pérez, dio paso a cuatro campañas decepcionantes que culminaron en el curso 80-81 con un nuevo descenso, ya no era a Tercera, era a Segunda B.

Una categoría creada 4 años antes y la misma en la que competirá esta temporada, aunque con un formato diferente. A la conclusión era otra vez equipo de Segunda, tras alcanzar la segunda plaza de grupo 1 por detrás del Celta. El éxito llegó a través de la eficacia en ataque y del equilibrio que como equipo fue capaz de mantener. Arriba, bastaron casi cinco futbolistas, que fueron los que anotaron 57 de los 70 goles que el cuadro coruñés marcó ese temporada. "¡Qué jugadores!", expresa José Manuel Traba.

Tenía José Martínez a dos pichichis a sus órdenes, Alfonso Castro, que se había proclamado máximo goleador de Segunda en la temporada 1977-78 con 24 tantos, y al propio Traba, máximo anotador esa misma campaña con el Compostela -estaba cedido por el Deportivo- con 23 dianas. Además, destacaba ya José Luis, que en el curso siguiente fue el Pichichi en Segunda con 16 goles. Entre los tres firmaron 34 tantos durante ese curso en Segunda. Muñoz y Paco García marcaron los otros 23, que hacían los 57.

Traba anotó en 17 ocasiones -fue segundo en la tabla tras el tinerfeñista Chalo (19)-; Muñoz lo hizo en 13; García, 10; Castro, 9, y José Luis, 8. Los otros trece goles, hasta completar los 70, llevaron la rúbrica de otros cuatro deportivistas: Villanueva y Morón (4); Piña, Pardo, Albino y Chechu (1). Hay que añadir el que marcó en propia meta Quico (Ensidesa) en la visita del conjunto avilesino a Riazor, donde los blanquiazules vencieron claramente: 3-0.

El Deportivo fue el segundo máximo goleador de la categoría por detrás del Celta (76); pero su éxito estuvo basado también en encajar poco, 36 goles, solo los vigueses (22) y el Bilbao Athletic (31) recibieron menos. "Otro aspecto fundamental para lograr el ascenso fue hacerse fuertes en casa, pues en un grupo tan fuerte como el nuestro, en el que el Celta y nosotros éramos superiores por calidad, había equipos muy duros que en sus campos y en invierno eran terribles", asegura Traba. En ese curso 80-81 los deportivistas cedieron solo una derrota y dos empates (cuatro puntos) en un Riazor en reformas para el Mundial.