El Deportivo está lejos de lo que cabría esperar de un equipo que ayer juntó en su alineación titular a jugadores como Álex Bergantiños, con más de 100 partidos en Primera División y 200 en Segunda, Celso Borges, todavía internacional con Costa Rica y doble mundialista, Uche Agbo, Keko Gontán o Claudio Beauvue. El desempeño del conjunto blanquiazul aún no se adapta a las expectativas, pero al menos da para ir tirando y sumando puntos a la espera de mejores sensaciones. Hay un abismo entre lo que se espera y lo que ofrece el Dépor, que ayer solventó por la mínima y sin brillo su partido ante un Coruxo atrevido que no se arrugó en su visita a Riazor. Un gol de Lara en la segunda parte inclinó un encuentro sin alardes de los deportivistas, que se asientan en la parte alta de la clasificación con la tercera victoria de la temporada.

Ese chispazo iluminó otro encuentro sólido en defensa y gris en ataque. El equipo volvió a dejar la misma duda que en los compromisos anteriores cuando se trata de analizar su juego ofensivo: no está claro si lo que muestra es todo cuanto puede ofrecer o hay para más. La lógica invita a pensar que por nómina de jugadores el Deportivo debería haber puesto en más aprietos al Coruxo, y de hecho tuvo algunas oportunidades para que el marcador fuera más amplio, pero no termina de encontrar la fórmula para fabricar oportunidades y llegar con fluidez al área contraria.

Vázquez no esconde unos problemas que ayer en el primer tiempo hicieron que el equipo fuera plano y previsible, con una circulación de pelota muy lenta y un posicionamiento irregular que facilitó por momentos las transiciones del Coruxo. Casi que el Deportivo invitó al conjunto vigués a combinar, resguardado casi siempre con buena parte de los jugadores por detrás de la pelota. En ese escenario es donde mejor se maneja el equipo blanquiazul, aunque en la primera parte se llevaría algún que otro susto inesperado.

Mateo probó el disparo desde la frontal después una buena combinación del Coruxo en terreno deportivista que puso sobre aviso a Carlos Abad y dejó en evidencia la presión de los coruñeses. No terminaba de ajustarse el equipo de Vázquez, inofensivo hasta que Celso Borges empezó a asomarse por las inmediaciones del área rival. En ese escenario de nula creatividad, la mejor oportunidad deportivista llegó al filo del descanso con una falta escorada que Keko Gontán estrelló en el larguero.

Vázquez volvió a insistir con el mismo planteamiento de los primeros tres partidos, con un único delantero y Nacho González por delante de los mediocentros, y volvió a quedar claro que el uruguayo no se adapta a esa posición de enganche. No lo hacía antes cuando tenía de escudero a Celso Borges ni ahora que el costarricense ha pasado a formar en el doble pivote junto a Uche Agbo. Incluso ayer el primero volvió a adelantarse para echarle una mano y solucionar parte de los problemas ofensivos cuando el nigeriano se acomodó en el campo y demostró que él solo se bastaba para gobernar el encuentro.

Hay pocas noticias de Nacho y menos de Beauvue, que ayer solo mejoró los balones que evitó tocar. Intentó varias veces dejar pasar la pelota en el área para que lo aprovechase un compañero hasta que por fin dio resultado en el tanto de Lara. Fueron los minutos al comienzo de la segunda parte en los que el Deportivo tuvo el arreón que le sirvió para llevarse el triunfo.

El conjunto blanquiazul, sin embargo, no gestionó bien la ventaja e incluso se desajustó un poco. Llegó a pasar apuros defensivos y no consiguió cerrar el encuentro en las oportunidades que se le presentaron al contragolpe cuando Fernando Vázquez ya había decidido introducir en el campo a Miku, Borja Galán y Yago Gandoy.

La idea era potenciar el juego de espaldas del delantero venezolano y la velocidad de Galán y Gandoy, pero el Deportivo se encontró con problemas inesperados atrás. Andriu rozó el empate después de un espléndido servicio de falta de Antón de Vicente e incluso los blanquiazules concedieron remates impropios en el área que el Coruxo no aprovechó. Fueron momentos de dudas en los que también faltó puntería para evitar sofocos en el tramo definitivo del encuentro.

Galán pudo sentenciar en un disparo que repelió Alberto y que después recogió Gandoy. Tampoco el canterano acertó dentro del área para llevar la tranquilidad al marcador y cerrar el partido.

Aún así el Deportivo tuvo oficio para manejar los minutos finales y confirmar un tercer triunfo que le da al equipo la tranquilidad de mirar la clasificación y verse en lo alto. A partir de ahí podrá crecer y ajustar los mecanismos que le permitan evolucionar y tener más recursos para solucionar mejor partidos como el de ayer ante un rival del que le separa mucha distancia. Esas diferencias, sin embargo, aún no se terminan de trasladar al césped, bien por mérito de los contrarios o porque el Deportivo va tirando con lo justo en este arranque de campeonato.