Tres días después de la queja de las jugadoras del Rayo Vallecano por cómo son tratadas por el club, la entidad madrileña emitió un comunicado, con informe de una auditoría incluido, en el que asegura que es “rotundamente falso” que el 80% de la plantilla tenga el contrato ajustado al mínimo del convenio y califica de “inadmisible” la acusación del sindicato AFE.

El problema tiene origen en la cena ofrecida por el club rayista para el viaje de vuelta de Valencia la pasada semana y que, según las jugadoras denunciaron, constaba de dos bocadillos de jamón de York y dos manzanas. Una foto difundida de un bocadillo con escaso embutido inició la polémica.