De la Barrera da instrucciones a los futbolistas. | // VÍCTOR ECHAVE

Rubén de la Barrera se presentó ayer a su primer entrenamiento en la ciudad deportiva de Abegondo precedido de una reputación. A pesar de su juventud —la semana que viene cumplirá 36 años— el técnico coruñés se ha ganado fama de enérgico, minucioso y comprometido. Igual de pasional que Fernando Vázquez, aunque quizá una pizca más vehemente, su método es sin embargo opuesto. De perfil más participativo, se involucra más en las tareas que propone durante los entrenamientos, al contrario que un Vázquez que solía delegar más y seguirlas desde una distancia para hacer breves apartes con aquellos jugadores que consideraba.

Al nuevo inquilino del banquillo deportivista le gusta estar más encima, participar. Todo va a una marcha más con él y trata de contagiar ese entusiasmo inseparable de su filosofía futbolística. Las cosas tienen que buscarse para que sucedan en lugar de esperar a que ocurran, como dejó de manifiesto en su presentación, y para ello debe haber también mucha intensidad.

De la Barrera la persigue a través de ejercicios vertiginosos sobre el césped, con los que ayer apenas dio tregua a sus jugadores. Sus consignas son breves, pero contundentes. “No se puede estar media hora y que no ocurra nada”, les trasladó ayer a los futbolistas que tuvo a sus órdenes en una sesión de aproximadamente hora y media marcada por las numerosas bajas que todavía padece el equipo.

Ambición y atrevimiento acompañan al nuevo entrenador deportivista como rasgos de su fútbol y de su personalidad. Eso también intenta trasladárselo contrarreloj a un conjunto acostumbrado en la anterior etapa a otra filosofía. “Si hay dudas, un paso hacia adelante. No tiene que haber dudas”, les inculcó a los jugadores mediante una frase que esconde un cambio de paradigma profundo.

De un Deportivo construido a partir de la seguridad defensiva se pasará a otro más protagonista y basado en la pelota. Cambia el estilo y con él se modifica el trabajo diario, que ayer tuvo como protagonista absoluto a Rubén de la Barrera, pero también al balón.

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Primer entrenamiento de Rubén de la Barrera al frente del Deportivo Víctor Echave

Todos y cada uno de los ejercicios planteados por el coruñés y sus ayudantes, José Manuel Martínez Paz, Secho, y el preparador físico Julio Hernando, tuvieron a la pelota de por medio salvo una breve carrera de calentamiento al inicio de la sesión de ayer en Abegondo. “Todo el mundo conectado al juego”, apretó a los suyos De la Barrera para inculcar esa intensidad que pretende para su equipo.

A su primera cita, el domingo en Salamanca, llegará sin embargo condicionado por el escaso margen de tiempo que poseerá para implantar su método. Apenas cuatro días a través de los que empezar a cambiar la cara a un conjunto necesitado de frescura y sensaciones diferentes.

El nuevo entrenador deportivista llega además marcado por la precaria situación que atraviesa el equipo debido a la plaga de bajas. Esta semana verá la situación algo aliviada con la recuperación de Borja Galán y Derik Osede, pero el capítulo de ausencias todavía es bastante amplio. Keko probablemente se perderá el partido en Salamanca debido a unas molestias en el sóleo que ya le impidieron jugar en la derrota de la semana pasada contra el Zamora que precipitó el adiós de Fernando Vázquez y Uche todavía es duda. El centrocampista nigeriano estuvo ayer en Abegondo, pero no saltó al césped junto al resto de sus compañeros. Para compensar las bajas, De la Barrera tuvo a sus órdenes a siete fabrilistas: Alberto, Juan Rodríguez, Barba, Iván Guerrero, Adri Castro, Sanmartín y Guille Bueno.

Vázquez visita Abegondo para despedirse

Fernando Vázquez acudió ayer por la mañana a la ciudad deportiva de Abegondo para despedirse de la plantilla. El exentrenador deportivista llegó acompañado del que fue su segundo, David Sánchez, y del preparador físico, Manuel Pombo, y no coincidió con el nuevo técnico blanquiazul, Rubén de la Barrera. Vázquez se cruzó a su marcha con Uche Agbo, que se encuentra al margen del equipo y no se ejercitó ayer junto al resto de sus compañeros, del que se despidió con un abrazo. El exentrenador deportivista había accedido antes a las instalaciones para estar por unos minutos con el equipo.