El Deportivo quedó muy tocado después de perder el sábado en A Malata contra el Racing de Ferrol y el miércoles el equipo del exentrenador blanquiazul Cristóbal Parralo prácticamente enterró las opciones deportivistas de disputar la fase de ascenso con su victoria ante el Celta B. En apenas cinco días, el conjunto ferrolano condenó al equipo de Rubén de la Barrera a confiar en una carambola improbable para poder luchar por el regreso a Segunda División. El peligro ahora radica en no caer más categorías debido a la delicada situación en la clasificación, que ha dejado al club a merced de un complejo sistema de competición.

El Deportivo, después de los resultados de los partidos aplazados que se jugaron el miércoles, mira más con miedo hacia el fondo de la tabla que con esperanza hacia arriba. Es sexto con 20 puntos, a cuatro de la tercera plaza que ocupa el Celta B y que otorga el último billete para la fase de ascenso. Unionistas (26 puntos) y Zamora (28) ya le quedan demasiado lejos en las dos primeras plazas con solo tres jornadas por disputar. El equipo de Rubén de la Barrera podría mirar con optimismo a la tercera porque tiene que visitar Barreiro para enfrentarse al filial celeste, pero es que por delante tiene a Compostela y Racing con tres puntos más. Con los dos tiene además el golaveraje particular perdido, pero es que el general también representa una losa para los deportivistas debido a su pobre rendimiento anotador desde el comienzo de la temporada.

El Deportivo recibirá el próximo fin de semana al Pontevedra, sobre el que tiene dos puntos de ventaja, con el objetivo de apurar sus opciones de alcanzar la tercera plaza, pero sobre todo para descolgarlo y distanciarse de la séptima posición, que representaría un nuevo descenso para el club. Acabar entre el séptimo y el décimo supondría otro importante revés porque el equipo tendría que verse peleando por no acabar en la Tercera RFEF, la que el curso que viene será la quinta división del sistema de ligas en España.

El conjunto blanquiazul conformaría un grupo con los cuatro últimos clasificados del otro subgrupo para decidir qué equipos bajan un peldaño más. Solo los dos primeros se aseguran una plaza en la futura Segunda RFEF, que no obstante también representaría un descenso porque será la cuarta categoría la temporada que viene.

De acabar entre la cuarta y la sexta posición en esta primera fase de la competición, el Deportivo lucharía por jugar el próximo año en la futura Primera RFEF., que sustituirá a la actual Segunda B y que popularmente se conoce como Segunda B Pro, aunque esa no será su denominación oficial. Esto es, en realidad pelearía por la permanencia porque no tendría posibilidad de aspirar al ascenso a Segunda División. Se formaría otro grupo con los clasificados entre el tercero y el sexto del subgrupo B y los dos primeros tendrán una plaza reservada en el tercer escalón del sistema de ligas.

El Deportivo se encuentra actualmente atrapado en ese laberinto de categorías, cruces y grupos, víctima de sus malos resultados y de un rendimiento irregular.

Rai: “No hay que pensar en otro objetivo más que en ganar al Pontevedra”

El Deportivo ha visto muy mermadas sus posibilidades de alcanzar la fase de ascenso, pero aún así mantiene opciones matemáticas de colarse en las tres primeras posiciones. La plantilla, sin embargo, prefiere no hacer cuentas y centrarse en el compromiso contra el Pontevedra de la semana que viene, trascendental para el futuro del club. “El equipo tiene que estar centrado en el partido del Pontevedra. Solo este partido es importante, y si es para cambiar a mejor, bienvenido sea. No hay que pensar en otro objetivo más que ganar al Pontevedra”, razonó ayer Rai Nascimento. El atacante brasileño aludió ayer a la unión que se respira en el vestuario a pesar de los malos resultados para mantener la esperanza de que el equipo acabe enderezando la temporada y pueda disputar la fase de ascenso y garantizar al menos su presencia en la futura Primera RFEF: “En cada entrenamiento hay que trabajar más duro, y así cada partido va a dar más oportunidades para cambiar la situación. Ahora tenemos la oportunidad de jugar contra el Pontevedra, y somos una gran familia, estamos todos muy unidos, y si no está entrando ahora, hay que crear más ocasiones. Trabajando duro no se nos está dando, así que hay que trabajar más”.