Esther Sullastres (Torroella de Montgrí, Girona, 1993) ha regresado a la portería del Deportivo Abanca después de un problema en un hombro que le chafó el inicio de su segundo curso en el equipo. “Fue una pena. Pensé: ‘En una temporada que puedo rascar minutos me pasa esto’. Ahora me siento bien”, reflexiona. Antes de visitar mañana al Rayo Vallecano en un partido trascendental, la portera analiza el presente del equipo, su futuro y la situación del club.

Antes de partidos como el de mañana suele aflorar el tópico de las finales...

A mí personalmente no me gusta hablar de finales y de cara al vestuario creo que el mensaje debe ser el mismo. En términos de números sí que se necesitan los puntos, pero no se debería salir con una presión añadida. Lo que queremos es hacer nuestro juego sin estar pendientes de nada más.

¿Truncó la derrota contra el Betis el crecimiento del equipo?

Fue un poco decepción, pero viéndolo en frío el Betis no tiene equipo para estar abajo. Ha invertido bastante y ha hecho buenos fichajes. Era cuestión de tiempo que le empezaran a salir las cosas. También era un partido aplazado de la primera vuelta, que parece que está un poco maldita. En la segunda se arrancó bien y esperamos seguir con la buena racha.

Quedan 16 partidos, pero al mismo tiempo se han sumado pocos puntos, ¿cómo equilibran el optimismo con la realidad del equipo?

Yo ahora mismo no veo tensión, pero sí agobio o frustración porque no salen las cosas a nivel individual y colectivo. Eso se percibe, obviamente, porque vamos últimas. Pero el equipo afronta con positivismo el día a día y con ganas de trabajar. Eso es lo que hace que la situación sea un poco más amena.

¿Se sienten respaldadas en esta situación?

Se ven muchos mensajes de apoyo de los seguidores y eso anima mucho, porque la del Deportivo es una afición diferente. El que es del Dépor lo es porque lo siente, no porque toca. Eso se percibe y eso a mí personalmente me hace estar en un ambiente más tranquilo para trabajar y salir a competir sin presión. Es muy positivo para el vestuario.

En esta situación tan complicada muchas han mostrado una implicación muy fuerte a pesar de que no llevan mucho en el club...

Del Dépor te empapas enseguida cuando llegas a la ciudad. Es imposible no comprometerse con unos colores y un escudo histórico. A mí me gusta mucho la historia del fútbol y para mí es increíble poder jugar en Riazor, por ejemplo.

¿Cómo vive toda la situación en la que está inmerso el club?

Es triste. Yo fiché la temporada pasada, cuando el equipo venía de perder un play off para jugar en Primera División, y ahora lo ves peleando por no bajar a Tercera. Es muy triste. Y no es solo eso, porque yo hablo de mi periodo, imagina las personas que han visto ganar la liga... Es un club histórico al que ves peligrar. La palabra es tristeza.

¿Eso se traslada al día a día?

Siempre intentas centrarte en el trabajo y evadirte, pero es verdad que Abegondo se ve vacío y desolado. Era muy bonito llenar la grada cada fin de semana, un punto muy a favor nuestro. La gente lo vivía y se crecía, era una conexión público-plantilla muy positiva. Vas a otros sitios y según la comunidad que sea hay público. Todo hace que sea una liga rara y desnivelada en ese sentido, porque el fútbol no es cosa de las 11 que juegan, todo influye. Luego en el día a día es que ves que está vacía la ciudad deportiva, que estamos entrenando solas.

¿Se les ha juntado todo esta temporada: la pandemia, la ausencia de público y el cambio de ciclo en el equipo?

Yo creo que sí, pero no me gusta excusarme en nada. Soy la primera que dice que merecemos estar donde estamos, pero sí que se junta el éxito del año pasado, con lo que implica que se vayan jugadoras, con la situación del club, que no puede hacer fichajes que mantengan el nivel. No solo eso, sino que los fichajes también tienen que reconvertirse en posiciones a las que no estaban acostumbradas. A todo eso se suma la situación de pandemia. Por eso digo que es una liga rara. Estamos donde estamos porque nos lo merecemos, porque no nos salen las cosas y hemos encajado mucho. La clasificación no es injusta, pero se han juntado muchas cosas. No se sabe qué hubiera pasado si la liga hubiera continuado el año pasado, porque a lo mejor acabamos octavas en lugar de cuartas y ya no llamas tanto la atención.

¿Le costó al equipo asimilar la cara menos bonita del fútbol después de temporadas de éxitos?

No sé cómo lo afronta cada una por dentro, pero por fuera lo llevamos con positivismo. Cada semana es nueva y lo veo. Obviamente hay gente que solo estaba acostumbrada a ganar, sobre todo la que venía del ascenso, de no perder ningún partido en Segunda, de cómo fue el año pasado... Puede ser que haya pasado, pero también hay jugadoras veteranas que conocían la otra cara. Alba (Merino) también ha pasado por descensos y ha tenido lesiones; Peke también.

¿Entendieron que no se podía reconstruir el equipo por la situación del club o de algún modo se sintieron discriminadas?

Yo personalmente soy consciente de que la prioridad son los hombres y que si van mal, desaparecen o descienden nosotras vamos detrás. Aparte de la frustración, de la impotencia o de cómo me pueda sentir, es comprensible que se priorice que si hay un ingreso vaya para ellos. Ojalá algún día dependamos de nosotras mismas y no tengamos que estar así.

¿Tenían asumido que en el mercado de invierno no iban a llegar refuerzos?

Estaba asimilado y se comentaba mucho que con las que estábamos teníamos que sacarlo adelante. Somos conscientes desde pretemporada de que las cartas son las que son y hay que jugar con ellas.

¿Cómo han recibido a la nueva directiva?

No creo que influya en lo deportivo, por lo menos en nuestro caso, pero ojalá sirva para ir en mejor camino a nivel global. Cuando se producen estos cambios siempre esperas que sean para mejor.

¿Le da muchas vueltas al futuro del club y del equipo?

Obviamente preocupa y te preguntas muchas cosas. No sabes lo que pasará y si te afectará. Es un tema delicado, pero a mí me gusta centrarme en el día a día. Por experiencia propia no creo que sirva de mucho porque te comes la cabeza porque son hipótesis y preguntas sin respuesta.

Usted renovó hasta el 2022...

A mí me gustaría quedarme aquí y lograr la permanencia. Firmé esos años porque creo que el Deportivo es un club que me permite crecer y me encantaría que el proyecto volviera a ser competitivo.

Un descenso afectaría al equipo y todas tienen ambición...

Esto cada vez se profesionaliza más y se está hablando de una liga profesional, con todo lo que eso implica. Todavía está en el aire, pero parece que se va a tomar ese camino. Obviamente a mí me gustaría estar, porque me veo con el nivel, y me encantaría estar con el Dépor.