El aplazamiento de dos partidos en los que tenía que intervenir el Racing de Ferrol en esta recta final de la primera fase de la competición retrotrae al aficionado deportivista a lo sucedido en junio pasado. Puede llegar a producirse un hecho similar, dependerá de la decisión de la Federación Española de Fútbol (FEF), aunque con ciertos matices importantes que marcan las diferencias entre ambos casos. Entonces, en el final de Segunda División, se trataba de la última jornada de la competición; ahora se trata de la conclusión de una primera fase de la competición y todo lo que se sume afectará a la segunda parte del torneo. Con fechas libres, lo más lógico es aplazar y cambiar de fecha la última jornada.

El conjunto ferrolano no pudo jugar el pasado fin de semana contra el Celta B y el partido contra el Guijuelo, programado para el próximo, tampoco se disputará, pues los futbolistas ferrolanos tendrán que permanecer en sus domicilios guardando el confinamiento hasta el próximo sábado. Se llegará, por tanto, a la última jornada de este subgrupo con el Racing con dos partidos pendientes, encuentros que afectan a las tres zonas de la clasificación: fase de ascenso, grupo intermedio por un puesto en Primera de la FEF y grupo por la permanencia. Los ferrolanos están prácticamente libres de caer en las cuatro últimas plazas, pero está sin definir su presencia en cualquiera de las otras dos, una situación que afecta a terceros equipos entre ellos el Deportivo.

Con este sistema de competición todos están interesados en ganar para pasar con el mayor número de puntos a la segunda, pero… a veces un empate permite a dos equipos jugar en la ronda superior aún a costa de ceder dos puntos. Y esa situación se podría producir en la última jornada en la que se tienen que medir Racing y Unionistas, un poco rebuscado pero posible. Ese hipotético empate perjudicaría a terceros equipos, entre ellos el Deportivo, que si el domingo vence en Barreiro al Celta B llegaría al encuentro contra el Zamora con posibilidades, aún contando que también gane el Compostela. La Federación Española de Fútbol no había contemplado que la última jornada se disputase con horario unificado porque no se trata de un final de la competición, pero…

Cualquiera de las aspiraciones del conjunto deportivista pasa por ganar los dos partidos que le faltan (Celta B y Zamora), porque ganar los dos encuentros no le garantiza meterse entre los tres primeros, pero sí le concede posibilidades; más si le asegura estar en el grupo intermedio y pelear por obtener una de las dos plazas en la categoría, esa que para el año que viene se denominará Primera de la Federación Española de Fútbol. No alcanzar las dos victorias podría complicar la vida a los blanquiazules, que tendrían que pelear por la permanencia durante otras seis jornadas, porque en esa segunda fase solo dos de los seis equipos lograrían plaza en la Primera de la FEF (actual Segunda B) el resto militará en la Segunda de la FEF, lo que significa descender a la cuarta categoría del fútbol español. Mucho en juego. Lo idóneo es aplazar la última jornada. Los racinguistas tendrán que pasar nuevas pruebas el sábado y cuál es la solución, ¿qué disputen tres partidos en una semana? En este caso, los ferrolanos advirtieron de su situación desde el principio. No es el caso Fuenlabrada.