Eneko Bóveda, en un entrenamiento en Riazor. | // CARLOS PARDELLAS

El Deportivo se ha acostumbrado esta temporada a disputar prácticamente una final en cada jornada. Un inicio de temporada plácido dio paso a una racha de siete partidos sin ganar que comprometieron el proyecto al completo y dejaron al equipo sin margen para el tropiezo. Cada encuentro viró en un compromiso trascendental conforme se encadenaban resultados adversos, hasta llegar a la visita al Coruxo de comienzos de febrero. Ahí el Dépor malgastó su “última bala”, en palabras de Rubén de la Barrera. El horizonte pintaba mal, con el fantasma de un doble descenso rondando al club, pero la competición le ha proporcionado al equipo una nueva oportunidad.

Desde entonces todo han sido finales para el conjunto deportivista y el domingo contra el Zamora en Riazor afrontará una más con la obligación de lograr una victoria que apure sus opciones de colarse en la fase de ascenso. No dependerá de sí mismo y deberá estar atento a los marcadores en otros campos, pero el panorama es mucho mejor del que afrontaba cuando se marchó del campo de O Vao.

Desde entonces ha disputado tres partidos trascendentales que ha solventado de manera desigual. Al Guijuelo, colista del subgrupo, lo despachó sin brillo en Riazor para poner punto y final a más de dos meses sin ganar, pero perdería en Ferrol y la situación se volvería límite, con las posiciones descenso acechando a los blanquiazules. Esperaba el Pontevedra en un duelo a cara o cruz.

La victoria aclaró el horizonte para el conjunto de Rubén de la Barrera, todavía apurado por su precaria situación en la tabla y con otro compromiso decisivo por delante contra el Celta B. El equipo, sin embargo, encontró frente a los pontevedreses un marco sobre el que desarrollarse, algo que le había faltado desde hacía meses. Menos pegado a la pelota y más pendiente de aprovechar los errores de los rivales, el Deportivo aprovechó al máximo la fórmula en su visita al filial celeste. Álex Bergantiños emergió como líder y el equipo solventó otra final antes de la que le espera el domingo.

Las sensaciones han cambiado y los apuros han mudado en ilusión a pesar de que el conjunto blanquiazul no depende de sí mismo para acceder a la siguiente fase de la competición, algo que se daba por sentado al comienzo del curso y que ahora aparece como un premio inesperado. Al equipo de Rubén de la Barrera le asisten además los resultados y es el único que llega a la última jornada después de encadenar dos victorias.

Las opciones pasan obligatoriamente por ganar al Zamora y esperar un tropiezo del Celta B contra el Coruxo —que empate o pierda— y que el Racing le gane a Unionistas en Salamanca. El Deportivo aún podría clasificarse para la fase de ascenso en el caso de que gane el Celta B siempre y cuando el Racing también se imponga a Unionistas. En ese supuesto se produciría un triple empate entre deportivistas, ferrolanos y salmantinos que favorece al conjunto de Rubén de la Barrera merced a los resultados entre ellos que se han producido a lo largo de la temporada.

Seis jugadores al margen en el regreso de la plantilla a los entrenamientos

La plantilla deportivista retomó ayer los entrenamientos con seis jugadores al margen. Celso Borges, Bóveda, Lara, Mujaid, Derik, Lara y Héctor Hernández no se ejercitaron junto al resto de sus compañeros en la primera sesión de la semana de cara al partido del domingo contra el Zamora en Riazor. El entrenador blanquiazul, Rubén de la Barrera, estará pendiente durante la semana de la evolución que presenten, especialmente en los casos de Celso Borges y Héctor Hernández. Los dos tienen complicado llegar en condiciones al encuentro debido a los problemas musculares que arrastran. Derik está descartado por la rotura del tendón de Aquiles que sufrió y el resto no debería tener problemas para entrar en la convocatoria. Un caso especial es el de Mujaid, que hasta mediados de la semana deberá estar confinado al ser contacto estrecho de un positivo por COVID-19. El central debería poder disputar el encuentro contra el Zamora si no aparecen complicaciones de última hora. En la sesión de ayer por la tarde en la ciudad deportiva de Abegondo también participó Adri Castro, titular el domingo en el partido frente al Fisterra. La plantilla se ejercitará hoy de nuevo en Abegondo.