El Deportivo hizo lo que estaba en su mano, pero la ecuación dependía de otras dos variables. Unionistas y Celta B no fallaron y dejaron al equipo blanquiazul fuera de una fase de ascenso que acarició durante algunos minutos. Sus esfuerzos se centrarán ahora en garantizarse uno de los dos puestos en la futura Primera Federación que estarán en juego en la segunda fase la competición y que el conjunto de Rubén de la Barrera iniciara la semana que viene contra el Marino de Luanco en Riazor.

El consuelo para los deportivistas después del chasco de ayer pueden encontrarlo en la buena dinámica en la que se han instalado después de encadenar tres victorias consecutivas, en las buenas sensaciones que transmiten con su juego y en que afrontarán esa segunda fase como líderes y con una suculenta ventaja.

El Deportivo es líder con 29 puntos, seguido por el Racing con 27 y tiene a cuatro de distancia sobre el tercero, el Numancia. Por delante seis partidos para asegurar una de las primeras dos posiciones y con ello la presencia el curso que viene en la Primera Federación. Eso no sería otra cosa que la permanencia para un Deportivo que inició la temporada con el objetivo irrenunciables del ascenso, pero que ahora tendrá que asumir ese objetivo como un mal menor.