Cabeza alta y mirada al frente. Es lo que le queda al Deportivo una vez consumado el fracaso de no clasificarse para seguir peleando por el ascenso a Segunda. La temporada sigue y en el horizonte inmediato aparece un nuevo objetivo, mucho más modesto que el inicial, pero trascendental para el futuro del club: clasificarse para la nueva Primera RFEF o, lo que es lo mismo, lograr la permanencia en el tercer escalón del fútbol nacional. “Lo que ya pasó no se puede cambiar. Hay que enfocar hacia nuevas metas”, argumenta el psicólogo deportivo Jacobo Ceide.

El Deportivo viene de tener que afrontar auténticas finales cada fin de semana, soportando niveles de estrés altísimos por su obligación de no fallar, especialmente en las tres jornadas posteriores al desastre en Ferrol. Aquella derrota ante el Racing lo dejó prácticamente muerto y sin opciones, pero inmediatamente se propuso sumar los siguientes nueve puntos —ante Pontevedra, Celta B y Zamora— con la esperanza de acabar en el podio. El equipo coruñés fue capaz de hacer ese pleno de victorias en la recta final de la primera fase, pero no resultó suficiente. Por eso ahora es especialmente importante “diferenciar entre el rendimiento y el resultado” para dar continuidad a la inercia positiva de las últimas jornadas. “El Dépor viene de una racha buena, pero no le ha alcanzado para lograr el objetivo. Con eso nos tenemos que quedar y sacar todas las lecturas positivas de los últimos partidos para tratar de mantener ese nivel de activación y de juego en los próximos. Para eso sirve de mucho tener objetivos en mente”, recalca Ceide, profesor de las asignaturas de Psicología y Liderazgo en la Escuela Gallega de Entrenadores de la RFGF y psicólogo del Viaxes Amarelle de fútbol sala.

El domingo, frente al Marino de Luanco (19.00 horas), el Deportivo tiene una oportunidad para demostrar que sigue enchufado en la competición y anímicamente entero pese a la gran decepción que supuso el desenlace de la primera fase: “No se puede caer en lamentaciones gigantes. Si por lo que sea no se consigue el objetivo inicial, hay que cambiarlo. Tener metas mejora la atención y permite trabajar enfocado a conseguir algo, no a jugar por jugar o a trabajar por trabajar. Hay que tener capacidad de autocrítica, enfocar hacia el presente y centrarnos en lo que depende de nosotros, en lo que podemos controlar”.

Prohibido relajarse

Solo dos de los seis equipos del grupo lograrán un billete para la Primera RFEF y la notable ventaja con la que parte el Dépor —cuatro puntos sobre el Compos, tercero— no debe traducirse en relajación. Prohibido dejarse ir, y menos en una liguilla tan corta, de solo seis partidos, en la que cada error penaliza mucho. “Verlo ya hecho o caer en la relajación, evidentemente, no va a ayudar”, alerta Jacobo Ceide.

Para mantener a tope los niveles de activación “es importante prestar mucha atención al trabajo en el día a día a corto plazo y enfocar hacia esa nueva meta —la Primera RFEF— que es realista, alcanzable, se puede medir y es perfectamente asequible conseguirla”. Por ella peleará desde el domingo el Deportivo, obligado a cambiar el chip, resetear y, sobre todo, no apagarse.

De la Barrera, con sus futbolistas en Riazor. | // CARLOS PARDELLAS

Cuatro sesiones, dos de ellas a puerta cerrada en Riazor, para preparar el partido ante el Marino

La plantilla del Deportivo regresa esta mañana al trabajo en Abegondo (10.30 horas) tras disfrutar ayer de una jornada de descanso. Para preparar el partido contra el Marino el técnico, Rubén de la Barrera, programó dos sesiones en Abegondo, hoy y el viernes, y otro par en Riazor a puerta cerrada, mañana y el sábado. El equipo coruñés llega a la segunda fase de la competición en su mejor momento futbolístico de la temporada.