Los cambios han llegado al Deportivo, empezando por una secretaría técnica que recibirá un soplo de aire fresco con el aterrizaje de Carlos Rosende (A Coruña, 1988) en sustitución de Alfonso Serrano. El club promociona así para un puesto estratégico dentro de la estructura deportiva a uno de los profesionales que ya desarrollaban su trabajo en la ciudad deportiva de Abegondo en lugar de buscarlo fuera. Rosende formaba parte del departamento de captación desde 2019 y ocupará la vacante de Serrano, que se marcha rumbo al Albacete después de una sola temporada en A Coruña.

El movimiento en la secretaría técnica es el primero que se produce a la espera de definir por completo el organigrama deportivo, en especial aquello relacionado con la dirección deportiva y la figura de Richard Barral.

El nombramiento de Carlos Rosende permite al club reforzar su parcela técnica con un profesional que durante las últimas temporadas se encargó de la captación de jóvenes talentos para las categorías inferiores. El club lo definió como “un profundo conocedor de la estructura y las plantillas de la cantera, además de analista de referencia del mercado sub 23 y sénior de la Segunda División B, en un trabajo con resultados ya visibles y reconocido dentro y fuera del propio Deportivo”.

La promoción de Rosende a la secretaría técnica lanza también un mensaje en sintonía con el que mandó el presidente, Antonio Couceiro, tras su llegada al club. El impulso del talento interno se estableció como una de las líneas de actuación de la nueva directiva y ha llegado acompañada de hechos mediante la primera decisión de calado en la estructura deportiva.

Rosende sustituirá a un Alfonso Serrano cuya andadura en el club se limitará a una temporada para el olvido después de que el equipo se quedara lejos del regreso al fútbol profesional. Incorporado el verano pasado como mano derecha de Richard Barral, el vallisoletano se desvinculó ayer del club para firmar por tres temporadas con el Albacete, actualmente en puestos de descenso en Segunda División.

Serrano aterrizó en el ambicioso proyecto deportivista avalado por una trayectoria que le llevó a clubes como Numancia, Valencia, Málaga, Recreativo y Tenerife, pero se marcha tras una campaña fallida en la que la confección de la plantilla ha estado en el centro de las críticas. Ayer en su despedida reconoció que pocos habían estado a la altura en el club.

“El balance es negativo”, admitió en declaraciones al programa Coruña Deportiva, de Radio Coruña. “Un club como el Deportivo, con la trascendencia e historia que tiene, como mínimo nos teníamos que clasificar para el play off. Luego es una lotería, dos partidos, pero lo mínimo era el play off. Cuando pasa algo así creo que es por un cúmulo de circunstancias. Hemos fallado todos, nadie ha dado el cien por cien. Ni entrenadores, ni jugadores ni dirección deportiva”, añadió sobre el desenlace de una temporada en la que aludió a la presión que debieron soportar todos los estamentos del club.

La dirección deportiva, a expensas de la decisión sobre Richard Barral

La estructura deportiva del club para la temporada que viene afrontará más movimientos después del nombramiento de Carlos Rosende como secretario técnico. El principal está relacionado con la dirección deportiva y la figura de Richard Barral, actual director de fútbol. Su continuidad es una de las incógnitas por resolver de cara al futuro. El propio Barral, después del partido en Soria que cerró la temporada, evitó pronunciarse sobre si seguiría en el club. Su papel está sobre la mesa mientras se negocia la renovación de Rubén de la Barrera. El técnico coruñés subrayó que desea pilotar el proyecto del curso que viene en la Primera RFEF con el objetivo de ascender, pero pide garantías para disponer de una plantilla lo suficientemente competitiva. De la Barrera contaría con poder en la toma de decisiones por parte del máximo accionista (Abanca), pero la inversión de esta temporada no se podrá mantener. El presidente, Antonio Couceiro, advirtió que el nivel de gasto en la plantilla se tendrá que reducir debido a las importantes pérdidas —nueve millones de euros— presupuestadas este ejercicio para la entidad, pero al mismo tiempo aseguró que se dispondrá de los recursos suficientes para luchar por el ascenso.