Todo iba mal. El Betis le había ganado al Valencia y en una de las primeras aproximaciones pericas Manuel Vanegas se había inventado un disparo imposible para Sullastres. 0-1, minuto 20. El Dépor Abanca perdía dentro y fuera del terreno de juego de la Ciudad Deportiva de Abegondo. Quedaban 70 minutos para arreglar la mitad del desastre. Y, aunque le costó un mundo, apretó los dientes y finalmente, cuando restaban poco más de diez, un cabezazo de Alba Merino le dio la victoria que tanto necesitaba. 2-1. La salvación sigue lejos, a cinco puntos, a falta de lo que ocurra en el partido del Rayo, pero al menos está vivo el equipo de Manu Sánchez.

El duelo ya empezó incómodo, como para torcerle el gesto. El Dépor estaba atascado, no podía circular la pelota. Su rival se asomaba con facilidad con Anair y Maya al mando. Tras el gol, poco a poco fue ganando terreno y dominio el equipo blanquiazul y llegaron las ocasiones. Athenea, Cris y Ainoa rozaron el tanto. Quedaban para el segundo acto.

Y el equipo coruñés, tras el paso por los vestuarios, salió como un vendaval. Tres ocasiones en menos de un minuto, pero no llegaba el empate. Tuvo que ser Peke la que remachaba a la red de cabeza en el minuto 52 un centro desde la derecha. Tras esa igualada, el Espanyol creció y el Dépor, agotado, se tomó un respiro. Las pericas rondaron también el gol, pero fue en una falta frontal que cabeceó Gabi y que introdujo en la portería Alba donde llegó la victoria, necesaria, imprescindible.