Medio siglo, “toda una vida”, resume Eduardo López, Beci, al reflexionar sobre el tiempo que ha pasado desde su memorable gol al Rayo Vallecano, uno de los más legendarios en toda la historia del Deportivo. Hoy se cumplen exactamente 50 años desde aquel 6 de junio de 1971 en el que A Coruña amaneció en tensión máxima por la obligación del equipo blanquiazul de tener que ganar en la última jornada para ascender a Primera División, y que acabó con la ciudad entera en las calles para celebrar el ansiado regreso a la máxima categoría gracias al tempranero tanto de Beci de cabeza. “Fue un gol muy importante porque supuso un ascenso y eso siempre tiene una relevancia”, recuerda el exdelantero del Deportivo mientras repasa una vez más la fotografía, en blanco y negro, del testarazo con el que batió al portero visitante Samper a la salida de una falta. “Cervera centró y yo rematé de cabeza”.

Al Rayo le valía con no perder en Riazor para ascender —“era ellos o nosotros”— pero no fue capaz de igualar el gol anotado por Beci a los seis minutos de juego. El Dépor supo sufrir y aguantar el 1-0 en un final de infarto en el que el equipo de Vallecas también tuvo sus ocasiones, la más clara del mítico Veloso, protagonista de temporadas gloriosas primero en el Deportivo y luego en el Real Madrid antes de fichar por el Rayo. “Faltaba muy poco tiempo, cinco minutos, y se quedó solo delante de Seoane. La tocó a un lado y pegó en el poste”, relata Beci sobre esa acción que pudo cambiar el desenlace del encuentro y decantar el ascenso a favor del Rayo. Además del portero Seoane y del delantero Beci, el Dépor formó en aquella final en Riazor con Belló, Luis, Cholo, Manolete, Bordoy, Cortés, Loureda, Cervera y Juanito. “Era un equipo muy parejo. La alineación casi se sabía de memoria”, relata el lucense de 77 años.

Arsenio, debutante y guía

Arsenio Iglesias, que llegó por primera vez al banquillo de Riazor en diciembre de 1970 en sustitución de Roque Olsen, supo sacar el máximo rendimiento a aquella plantilla para guiarla hacia la meta del ascenso. “Arsenio es un ganador nato, un estudioso del fútbol, tremendamente trabajador y exigente, y eso se lo transmitía a los jugadores”. En el manual del nuevo técnico, rutinas como por ejemplo las concentraciones en el balneario de Arteixo, que resultaron “una experiencia muy buena” para la plantilla. Además de lograr el objetivo de regresar a la élite, aquel Deportivo 1970-71 también llegó lejos en la Copa del Rey, eliminando al Real Madrid y al Celta: “En Segunda éramos un equipo temido. Descendíamos y solíamos ascender al año siguiente”. Por la vía rápida, al primer intento, como en aquella emocionante campaña culminada con el gol anotado por Beci hace hoy justo medio siglo.