El joven Josep Calavera, el último de los siete fichajes que hasta la fecha ha concretado el Deportivo, es un centrocampista disciplinado tácticamente, que sabe jugar el balón para iniciar la fase ofensiva y dar continuidad al juego y que, sobre todo, equilibra el equipo para que no se descomponga. Son las características que más resaltan de él Antonio Rivas, su último técnico en el filial del Atlético de Madrid, y Javier Vidales, director deportivo de la Academia hasta hace dos meses y que coincidió con Calavera durante una temporada y media en la cantera rojiblanca. “Es un futbolista que tanto puede jugar en la posición de seis como de ocho. Puede ser la referencia por delante de la defensa como único mediocentro, pero también acompañar a otro mediocentro —argumenta Vidales—. Sobre todo, el equilibrio que da al equipo es lo que más destaco de él”. Una descripción similar a la que hace Rivas: “Suele jugar de seis por delante de los dos centrales. Tácticamente es bastante bueno a nivel posicional. Siempre está bien colocado y hace muchas ayudas. Es un jugador que barre un poco a los que son más ofensivos buscando el equilibrio del equipo”.

Además de solidario en los esfuerzos, también es eficaz con la pelota, según relata el ya extécnico rojiblanco, que acaba de regresar al Real Oviedo para dirigir a su cantera. “En la fase ofensiva hace un juego fácil y fluido. No se complica mucho”, apunta Antonio Rivas, que valora también las cualidades humanas del pivote de 21 años. “A nivel personal es un chico fantástico que siempre suma. Es muy callado y trabajador. Intenta aportar siempre al equipo. Entrena bien, trabaja bien y ofrece un buen rendimiento”, recuerda sobre su etapa común en el filial del Atlético. Un “muy buen jugador de equipo, ideal para la posición de mediocentro”, resume por su parte Javier Vidales, convencido de que el joven Calavera está capacitado para afrontar el reto de jugar en el primer equipo del Dépor, con todo lo que eso conlleva. “Es un chaval que no se asusta ante la competición”, concluye.