David Martínez Otero, Davo (Redondela, 2000), es el recién llegado a un Fabril plagado de los juveniles que se proclamaron campeones de España hace unos meses. Pese a su juventud le toca asumir cierto papel de veterano antes del arranque el domingo de la Tercera RFEF. Conoce la categoría de su paso por el Choco después de pasar por la cantera del Celta y esta pretemporada tuvo minutos con el primer equipo antes de ir convocado a Tudela el pasado domingo.

¿Cómo se lleva eso de ser el recién llegado a un equipo formado en su mayoría por canteranos?

Muy bien, la verdad. A pesar de que llego de fuera los compañeros me han hecho las cosas muy fáciles.

¿Tenía algún temor por el recibimiento?

Al ser de Vigo siempre pueden pensar que soy del Celta (ríe), pero ha ido todo muy bien. En ese sentido no me han dicho nada hasta ahora.

¿Cómo recibió la llamada del Deportivo?

Llevaban un tiempo diciéndome que podía haber una opción, que estaban interesados. Que un equipo como el Deportivo te llame dice mucho. Es difícil decir que no. Es un cambio enorme, pero en el Choco estaba muy contento porque es el equipo de mi pueblo. Al final cada uno tiene que hacer su camino. Si estuve en el Celta y luego en el Choco no tiene nada que ver, yo estoy encantado de poder estar aquí.

¿Se ve más cerca la elite en un club así?

Te queda un poco más cerca para intentar dar el salto, porque en un filial siempre tienes esa posibilidad de poder ir con el primer equipo, trabajar...

Ha tenido presencia en los entrenamientos del primer equipo y ya ha ido convocado a partido oficial...

Sí, pero es muy difícil debutar en el Deportivo. Lo hice en un amistoso, que para mí ya es una alegría enorme, e ir convocado el otro día es un premio. Te puede quedar la pena de no debutar, pero también dice algo de ti el haber estado en la lista.

¿Anima ver que hay jugadores del filial habitualmente a las órdenes de Borja Jiménez?

Sobre todo Noel y Trilli, que lo hicieron muy bien en pretemporada y ahora también lo siguen haciendo. Está muy bien que cuenten con los jugadores del filial.

¿En su caso alternará entre el Fabril y el primer equipo?

Por edad podría, pero el club no me ha transmitido nada directamente. Si alguien falta por una lesión y sigo dando un nivel que les gusta, podría compaginar y trabajar con ellos como he hecho en algunos momentos hasta ahora.

¿Su sitio está en el Fabril?

Yo he fichado por el Fabril y ahí es donde tengo que trabajar al máximo. Todo lo que venga a partir de ahí es un premio para mí.

¿Vuelve a la normalidad la competición?

Después del COVID sí que vuelve a ser todo un poco más normal. Vuelve a ser una liga de verdad, con varios equipos y sin estar dividida en grupos. Va a ser una categoría en la que se impondrá de nuevo el físico, no va a valer con ser solo bueno técnicamente.

Sin embargo si en algo destaca el Fabril es en esa calidad técnica y la apuesta por un juego elaborado...

Eso es lo que nos transmite Óscar (Gilsanz) y es muy importante.

¿Qué le pide el entrenador?

Como delantero, sobre todo esa primera presión hacia el defensa con el balón, pero la verdad es que Óscar (Gilsanz) me ha sorprendido no solo como entrenador. Es muy cercano con todos y no le importa explicarte las cosas y sus ideas para que las entiendas y las asimiles de la mejor manera posible.

¿Como se plantean la temporada, competir por un objetivo queda por debajo de formar jugadores al tratarse de un filial?

Para nada. Puede que no haya esa gente veterana en la plantilla que te da ese punto, pero nosotros queremos ganar igualmente. Esto es un juego colectivo y queremos quedar lo más arriba posible.

¿Miran hacia las posiciones de cabeza?

Equipo hay, aparte de que se trabaja bien. Va a haber cuatro o cinco que parten con más posibilidades, por ejemplo el Racing Villalbés, con el que jugamos el domingo. Como primera prueba va a estar muy bien contra un rival de los que aspiran a estar arriba.

Se ha encontrado con una generación de juveniles en la que el club tiene depositadas muchas esperanzas, ¿los ve preparados para el salto?

Los veo muy preparados, pero es verdad que el salto a Tercera como juvenil es grande. Poco a poco, con partidos, minutos y entrenamientos seguro que van a dar el nivel.

¿Dónde cree que van a notar más el cambio?

Es que al final Tercera es una categoría en la que los rivales van muy fuerte, muy agresiva en ese sentido. El físico se nota.

¿Les puede pesar a los más jóvenes?

Puede que al principio sí y que les impacte un poco el nivel ese de fuerza, pero poco a poco estoy seguro que lo igualarán o lo superarán incluso.

¿Se mantiene entonces la fama de dura de la Tercera aunque se haya reformado?

Sí (ríe), sin duda. Yo el salto lo noté, pero cuando empecé a entrenar con ellos y entras en la dinámica te vas adaptando. Al principio sí se nota.

¿Ha avisado a los más jóvenes de lo que les espera?

Hay que meterles en la cabeza que no es como en los entrenamientos, que para no hacer daño vas despacio. En los partidos van a ir a por el balón sí o sí, y si te dan no les importa.