El Real Unión de Irún, rival del Deportivo en el partido inicialmente fijado para el sábado a las 19.00 horas en Riazor, practicó hoy nuevas pruebas en el equipo para comprobar el estado de la plantilla tras los once positivos por COVID detectados la semana pasada, siete de futbolistas y cuatro de miembros del staff, que motivaron el aplazamiento del partido que iba a enfrentar al conjunto irundarra y al Valladolid Promesas. Los test de hoy revelaron otros dos contagios, uno de ellos de un jugador, por lo que el número total de infectados se eleva a trece, de los cuales ocho son futbolistas.

Los siete jugadores cuyos positivos se detectaron entre el jueves y el viernes de la semana pasada se sometieron hoy a test PCR. Los resultados se conocerán en las próximas horas, pero lo más probable, según los médicos del Real Unión, es que vuelvan a dar positivo. A los otros 18 futbolistas de la plantilla se les realizaron hoy test de antígenos, en los que apareció ese nuevo contagio de un deportista.

El jueves se volverán a repetir las pruebas y, en función de la situación, el Real Unión decidirá si está o no en condiciones de afrontar el partido del sábado en Riazor. Desde el club irundarra trasladan su voluntad de competir. Ayer la plantilla trabajó con 17 jugadores sobre el césped, todos salvo los ocho deportistas contagiados, que están aislados. De momento, el club no se plantea solicitar un aplazamiento a la Real Federación Española de Fútbol.