Tres derrotas consecutivas son muchas para un equipo que quiere ascender a Segunda por la vía rápida, la que sella la primera posición de la tabla al final del campeonato. A ella sigue agarrado el Deportivo, aunque ya no depende de sí mismo para ser campeón. Su camino hacía la meta parecía alfombrado después de la sobresaliente racha de resultados que le llevó a consolidar una ventaja de seis puntos al frente de la tabla, un confortable colchón enterrado en esas últimas tres jornadas. Cero puntos de nueve posibles, un bache que encenderá definitivamente las alarmas si el equipo blanquiazul no es capaz de tumbar al Calahorra hoy en Riazor.

Ya no tienen más margen los de Borja Jiménez, acostumbrados hasta hace poco a competir sin el agobio de ver cada vez más cerca a sus inmediatos perseguidores, sobre todo al Racing de Santander. Su victoria del miércoles en Riazor fue un golpe tan duro como inesperado. Hoy Borja Jiménez y sus hombres tienen la oportunidad de demostrar su madurez futbolística y psicológica para enterrar esa serie tan negativa de resultados con un triunfo imprescindible clasificatoria y mentalmente. Sea cual sea el marcador, después todavía quedará un mundo, nada más y nada menos que 42 puntos en juego, pero igualmente el Dépor está obligado a vencer al Calahorra para levantarse ya y no prolongar el sufrimiento que suponen las derrotas para un equipo tan acostumbrado este curso a ganar.

No habrá ninguna revolución en el once después del desastre del miércoles. Jiménez no es partidario de bandazos, pero aun así se espera algún retoque en la alineación. Uno será obligado por la sanción de Juergen. El colombiano vio la quinta amarilla ante el Racing y, por lo tanto, está castigado para esta tarde. Villares tendrá que ganar más protagonismo en un centro del campo al que, salvo sorpresa, regresará Álex Bergantiños. En la línea ofensiva, Noel y Quiles tienen muchas papeletas para ser titulares, sin descartar a otros atacantes de talento y desborde como Doncel o Yeremay, que regresa a la lista de convocados. 

El Calahorra llega a Riazor en una dinámica muy positiva, cómodamente instalado en el noveno escalón de la tabla. Viene de lograr dos victorias consecutivas, ante Tudelano (0-1) y Extremadura (6-1), y solo perdió uno de sus últimos seis encuentros, por la mínima (1-0) en el campo de la UD Logroñés. En la primera vuelta el Dépor goleó en La Planilla (0-3), pero fue un marcador engañoso. Fue un encuentro más igualado de lo que reflejó el resultado final. Hoy también se espera un duelo equilibrado, en el que el reloj jugará a favor de los riojanos. La urgencia por ganar la tiene el Dépor y, con ella, la presión. Saber manejarla será una de las claves.