Nunca el nombre de un bar ha resumido mejor su esencia que A Casiña, en la diminuta calle Mantelería. El que haya estado allí, solamente un par de veces, bien sabe de lo que hablamos. Es complicado encontrar una taberna en A Coruña donde confluyan, al mismo tiempo, generaciones tan distantes y diferentes: una mesa con deportivistas con canas hablando de Amancio, otra a su lado de veinteañeros… o un grupo de matrimonios, que en su día fueron los de la mesa joven, con sus hijos tomando los gusanitos que Andrea les ha regalado. Que la Casiña haya hecho, durante tantos y tantos años, honor a su nombre, es el mejor legado que nos deja Jose.

La reciente historia de la Peña Deportivista la Estrella ejemplifica a la perfección todas esas redes que se tejían en Mantelería de la mano de nuestro capitán de detrás de la barra. La peña nació en 1983 y su actividad durante muchos años ya es historia del deportivismo, llegando a flotar un avión de peñistas para ver ganar al Dépor en Maracaná hace más de un cuarto de siglo. Años más tarde, los veinteañeros que frecuentábamos La Casiña escuchábamos con envidia sana aquellas historias de viajes y camaradería que nos contaban Manolo Sanjurjo y compañía. Una vez más, varias generaciones unidas bajo la varita de Josiño. En 2011, decidimos refundar la peña entre varias pandillas distintas, a los que Jose trataba como familia desde una década antes. De nuevo, su mano entrelazando los caminos de muchos.

Nos hemos quedado sin Capitán.

A pesar de nuestra enorme tristeza, queremos aprovechar estas líneas para agradecer públicamente a Jose todo lo que ha supuesto para nuestras vidas, y con la misma alegría con la que nos recibía al entrar en The Little House (como decía a veces) queremos recordarle siempre. Nos deja una red vital tejida durante décadas. Sería imposible condensar en unas líneas todos los hitos y anécdotas de las que ha sido testigo y partícipe.

Desde aquí nuestro máximo cariño a Pablo y Andrea y nuestro abrazo a todos aquellos se sienten en casa en Mantelería 5. GRACIAS por tanto, JOSE. Continuaremos tu legado. Descansa en paz.