La Opinión de A Coruña

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El Dépor, perdido con caos y sin él

El conjunto blanquiazul, espeso y sin ideas, sobrevive a un buen Pontevedra

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Deportivo - Pontevedra: 1-1 Carlos Pardellas

El Deportivo anda a estas alturas de la temporada buscándose a ver si se encuentra. Lejos de ser el equipo reconocible y con una propuesta definida que cabría esperar después de la continuidad de Borja Jiménez y de que el técnico haya confiado en un bloque de jugadores que ya pertenecía el año pasado en la plantilla, el equipo blanquiazul no posee una identidad reconocible. La idea no se diferencia demasiado de la que ya desplegaba el curso anterior, pero sin continuidad ni sobre todo la seguridad que mostraba el conjunto deportivista en defensa.

Otra acción a balón parado volvió a castigar la falta de contundencia atrás de un equipo dubitativo y premió la ambición del Pontevedra, más convencido de su receta para poner en apuros al Deportivo ayer en Riazor.

Tranquilizó el partido en cuanto pudo para contrarrestar el ritmo alto que trató de imponer el conjunto blanquiazul en el primer tramo de partido y buscó los contragolpes después de adelantarse aprovechando el desorden blanquiazul.

El Pontevedra leyó mejor así un partido que dominó y en el que el Deportivo acabó cayendo en el caos que tanto trata de evitar un Borja Jiménez que volvió a insistir en que el equipo está construido para un juego posicional.

La propuesta del técnico blanquiazul privilegia el orden por encima de todo, un juego pausado sin demasiada velocidad que sin embargo no está funcionando en este primer tramo de la temporada. Contra el Linense y el Mérida no encontró demasiadas grietas y se precipitó para buscar el empate frente al Pontevedra. A Borja no le gusta el caos, pero el orden también limita la iniciativa de unos jugadores que ayer acumularon numerosos errores. Han sido las individualidades, sin embargo, las que han rescatado al Deportivo en estos primeros tres partidos del curso.

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