Borja Jiménez dedicó la primera parte de la sesión de ayer a encerrarse con sus jugadores durante media hora en la sala de vídeo de Abegondo para repasar las imágenes del Celta B-Deportivo y corregir errores. A sus órdenes no estuvo Gorka Santamaría, que se tuvo que quedar en su domicilio por culpa de una gastroenteritis. Este percance del vasco amplía el gafe de los delanteros blanquiazules, que todavía no han estrenado su cuenta goleadora en la presente temporada. Hoy la plantilla vuelve a trabajar en Abegondo (10.30 horas) y mañana repetirá en horario matinal, pero en Riazor, horas antes de recibir al Talavera a las ocho en el estadio.