Puntual, incluso con algo de antelación, Óscar Cano dirigió ayer un entrenamiento a la vista de todo el mundo. El miércoles, en su primera sesión, se protegió de miradas indiscretas en Riazor y faltaba por ver si lo que cuentan quienes han trabajado con él es cierto. Elogiado por su capacidad para trasladar sus ideas y conectar con los futbolistas, el nuevo técnico deportivista trabajó con la plantilla durante una hora y media que pareció algo más. Apenas hubo descanso, todo sucede a mucha velocidad entre un ejercicio y otro, con ritmo y rapidez, como la que transmite un técnico que interrumpe poco pero da muchas indicaciones. Cano participa de las sesiones desde el terreno de juego, en el medio de los jugadores, al contrario de lo que hacía Borja Jiménez, por ejemplo. El abulense veía los entrenamientos al margen y su sustituto sigue las jugadas.
El suyo aspira a ser un Deportivo “protagonista”, por eso quizá ha empezado por mostrar a los jugadores la manera de lograrlo. Mucho tendrá que ver con que consiga que los jugadores superen el clima depresivo en el que parece haberse instalado el equipo en este inicio de campeonato titubeante, pero también influirá especialmente lo que suceda sobre el campo. Apoyado por su ayudante, Elías Martí, encaramado al andamio que separa los campos 2 y 3 de la ciudad deportiva de Abegondo, Cano se esforzó ayer en las tareas ofensivas y la manera en la que deben ordenarse para atacar.
La apariencia es que quiere un conjunto capaz de desplegarse con rapidez a través de la pelota y que aproveche al máximo a los muchos centrocampistas de calidad de los que dispone la plantilla, como subrayó el miércoles en su presentación. Ayer probó con Villares, al que intercambió por Álex, Olabe, Rubén Díez y Soriano en una especie de rombo para organizar el ataque. Svensson y Quiles formaron en la delantera. “Dadle ritmo”, reclamó el técnico a sus jugadores para transmitir esa idea de que el juego deportivista adquiera otra velocidad.
Este nuevo Deportivo, sin embargo, dependerá de la armonía que los jugadores logren sobre el campo. Cano ya no quiere jugadores fijos, a pesar de ese espíritu posicional que irradia su fútbol. “Más libertad de movimientos”, solicitó a sus jugadores para que se soltasen durante el entrenamiento.
Buena parte de la propuesta del entrenador andaluz dependerá también de la personalidad que demuestren unos futbolistas cuestionados en este arranque de campeonato por su irregularidad. Ayer todos parecían enchufados, con la intensidad propia del que se esfuerza por impresionar al nuevo jefe, pero aún así Cano les recriminó determinadas acciones. Los balones colgados al área, por ejemplo, hay que saber manejarlos para que no se conviertan en “bombas atómicas”, en palabras del propio técnico. “Los centrales tienen que darnos seguridad”, les espetó. “Hay que tener pelotas para sacarla de ahí y seguridad para hacernos crecer”, añadió después de un titubeo en el inicio de la jugada. “Cuando se pueda, cuando no, cosas muy sencillas”, añadió.
La sencillez será la meta, pero Cano deberá encontrar antes la armonía entre unos jugadores a los que piropeó durante su presentación. Ayer los probó a casi todos como alternativas en el equipo titular. También ensayó diferentes variantes, incluida una defensa de cinco con Álex Bergantiños. Esa apuesta fue muy común durante su etapa en el Castellón e incluso llegó a reconvertir a algunos de sus laterales en centrales para darle más profundidad al juego. El papel de Álex sería otro, más enfocado a anclar al equipo cuando pierda de vista la pelota, ese tesoro del que Cano no quiere que sus jugadores se desprendan.
Trabajo extra de puntería para los delanteros
La plantilla deportivista se ejercitó ayer en la ciudad deportiva de Abegondo durante aproximadamente una hora y media, pero los delanteros tuvieron tareas extra cuando sus compañeros se retiraron a los vestuarios. Gorka Santamaría y Svensson, acompañados de los porteros, se quedaron en uno de los campos para practicar los remates. Estuvieron alrededor de un cuarto de hora bombardeando a sus compañeros bajo los palos bajo la mirada del ayudante de Cano, Elías Martí. Fue un ejercicio más de una sesión centrada en el apartado ofensivo, aunque reservada en dos de los jugadores que se disputarán una posición en la delantera el domingo frente al Linares. Tanto Svensson como Gorka formaron como teóricos titulares en alguno de los equipos con los que ensayó ayer el nuevo técnico deportivista.
