La Opinión de A Coruña

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Fútbol - Deportivo

Óscar Cano agita desde el primer día

Demostró que todos parten de cero repescando a Max y mandando a Villares al banquillo

Óscar Cano, a la izquierda, da instrucciones durante el Dépor-Linares del pasado domingo. | // C. PARDELLAS

El estreno de Óscar Cano en el banquillo del Deportivo frente al Linares sirvió para poner a sus jugadores aún más en alerta. Ya lo estaban desde el martes, cuando el club anunció la destitución de Borja Jiménez y la llegada del andaluz, porque todo cambio de entrenador conlleva una inmediata activación de los futbolistas. Los que ya jugaban, para mantener su protagonismo, y los que no lo hacían, para tratar de convencer al nuevo técnico en busca de minutos. Todos parten de cero, en la teoría y en la práctica. Lo demostró Cano con su primera alineación, sentando a un fijo como Diego Villares, que había sido siempre titular en las siete jornadas anteriores, y apostando desde el inicio por el joven Max Svensson, quien hasta el pasado domingo solo había disfrutado del cuarto de hora final ante el Talavera.

Tras estrenarse con triunfo al frente del equipo coruñés, Óscar Cano valoró la entrega de todos sus futbolistas —“los chicos se han partido la cara”— pero especialmente destacó la implicación de los cuatro que entraron desde el banquillo, citando a Villares, Gorka, Ibai y Kuki: “Han sido un ejemplo absoluto. El nivel futbolístico de un equipo lo reflejan los que menos participan”. Un mensaje claro de esperanza para que nadie baje los brazos ante el nuevo horizonte que se abre para la plantilla del Deportivo, en la que siguen sin debutar tres futbolistas: el portero Pablo Brea, el lateral izquierdo Alberto Retuerta y el central Borja Granero. El defensa valenciano fue uno de los jugadores a los que Óscar Cano mandó hacer ejercicios de calentamiento en la segunda parte del partido frente al Linares, pero finalmente no llegó a entrar en el campo.

Sí lo hizo Gorka Santamaría, a quien el técnico andaluz ya conocía de su etapa en el Badajoz la pasada temporada, pero que de momento sigue con un papel secundario. Llegará su momento, aunque el partidazo completado por Max Svensson y Alberto Quiles frente al Linares invita a pensar que esa volverá a ser la pareja ofensiva en el encuentro del próximo domingo (18.00 horas) en el estadio Alfredo di Stéfano contra el Castilla.

Una pizarra elástica, con hasta tres dibujos distintos

Óscar Cano huye de estructuras encorsetadas y suele adecuarlas a las capacidades de sus futbolistas y a lo que requiere el partido en cada momento. En su debut frente al Linares su pizarra fue muy elástica, esbozando hasta tres dibujos diferentes a lo largo del encuentro, siempre partiendo de un 1-4-3-3, con tres futbolistas en la línea medular por delante de la defensa —Álex en el centro, más Olabe y Rubén Díez— y otros tres en ataque: Max Svensson de nueve, más Quiles y Soriano partiendo desde las bandas. Un sistema básico que matizó en función, sobre todo, de la posición de Álex Bergantiños. El de la Sagrada Familia se descolgó en varias fases de Olabe y Rubén para formar por delante de la defensa como único pivote posicional, derivando así el dibujo hacia un 1-4-1-4-1. También con frecuencia el capitán se incrustó en el eje de la defensa para convertirse en un tercer central y permitir que los laterales, Antoñito y Raúl, se estiraran y, al mismo tiempo, generar una superioridad numérica que ayudara a salir de una manera más limpia con el balón bien jugado desde atrás. Es decir, un 1-3-4-3. Tres dibujos en un mismo partido para empezar la era Óscar Cano.

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