3-0 | Con Lucas todo es más sencillo

El Dépor, a lomos del coruñés, minimiza a Unionistas en la segunda parte y no se descabalga de la lucha por el ascenso | Doblete del '7' para delirio de la grada en una noche para recordar

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Golea, hace jugar, logra que todo encaje, no le pesa la responsabilidad, sabe que viene al barro y tiene una deuda pendiente con el Dépor y consigo mismo. No se abrieron las aguas ante él en el día de su regreso a Riazor, pero casi. Con Lucas el Dépor siempre pisa alfombra roja, todo es más sencillo. Su doblete alumbró la goleada a Unionistas, encendió a la grada y levantó hasta la estratosfera al equipo y la autoestima de la grada y de la ciudad. Queda mucho. Alcorcón, Córdoba y Castilla no aflojan, el equipo se encasquilla por momentos, queda la verdadera deuda pendiente a domicilio... Pero el Dépor coge fuerzas en la lucha por el ascenso a lomos de su nuevo héroe y de un equipo y una afición dispuestos a ser guiados. 

Deportivo - Unionistas

Deportivo - Unionistas / Carlos Pardellas

El conservadurismo y el cortoplacismo de Óscar Cano fue capaz de eclipsar mínimamente a Lucas Pérez en los minutos previos al inicio del partido, en una noche grande en Riazor. Sentaba de nuevo a Trilli ante la búsqueda de un sustituto para el lesionado Antoñito. Apostaba por ser fiel a sus palabras y por poner a "los buenos", como él llama a su guardia pretoriana. Cuentan los nombres, no las necesidades, más allá de ir amputándole extremidades poco a poco al equipo. Villares, a pesar de sus esfuerzos, ocupaba el lateral derecho sin la profundidad requerida. Se quedaba el equipo tuerto. Pronto se quedaría ciego del todo en los costados, al menos en la primera parte.

Antes de esa otra decisión de calado que tomó el técnico, el Dépor salió agarrado al toque, al ritmo y al vértigo y a la presión arriba. Ante lo que se pudiese esperar por la llegada del huracán Lucas, había rival enfrente. Unionistas, quien ganó sus dos partidos a los coruñeses la pasada temporada, estaba muy bien colocado, se multiplicaba en ayudas, tenía claras las ideas y cómo salir al ataque. El equipo coruñés no se libraba de algún susto y de una pegajosa incomodidad.

Lucas, mientras tanto, se iba acomodando en la punta de ataque a su nuevo equipo, a su nuevo rol. Lo marcaban de cerca, se ofrecía en apoyo, combinaba. Más allá de la diferencia de nivel, tiene matices lo que ofrece respecto a Svensson. Él iba creciendo y el equipo también, ya con Pablo Martínez como lateral por la lesión de Raúl. De manera cruel, Cano puso antes a calentar primero a Retuerta y luego optó por Jaime. Doble guillotina.

Aún con el equipo acelerado y cercenado por las bandas, al Dépor le llegaba con una buena presión y su calidad en el toque para someter a Unionistas. Y así lo demostró en torno al ecuador de la primera parte. Quiles mandó una al palo, Soriano dispuso de una clarísima, hubo otra para Isi Gómez. Falló, falló y falló. Y bajó el ritmo y se sintió más incómodo y maniatado y creció su rival. Unionistas levantaba la guardia, a medida que se acercaba el descanso, y no se movía el marcador. El Dépor, aun con Lucas, tampoco iba a arrasar, había que fajarse.

Deportivo - Unionistas

Deportivo - Unionistas / Carlos Pardellas

El paso por vestuarios hizo que el choque perdiese voltaje. Ese descenso de revoluciones no significaba que el Dépor, mejor colocado en el campo, no fuese de manera menos decidida a por el duelo. A los dos minutos Isi Gómez ya había probado de nuevo desde la frontal. Muy desviado, como siempre desde que llegó a A Coruña. Fue un aviso, el único. Esta vez el Dépor iba en serio.

Balón suelto, Rubén Díez se las ingenia para quedárselo, combina con Mario Soriano y este se inventa un pase por elevación para hacer bueno el desmarque de Lucas Pérez. El resto es clase e historia del coruñés. Control, recorte y gol a puerta vacía. 1-0, minuto 49. Clímax en Riazor con un estadio en ebullición y él dedicándoselo a una grada con la no siempre ha habido feeling. También fue este tanto para su hijo, que vendrá en breve. Al Dépor se le abría el cielo. Lo que no consiga Lucas...

Deportivo - Unionistas

Deportivo - Unionistas / Car

Casi 24.000 espectadores lo celebraron, el partido ya iba cuesta abajo para los coruñeses. Unos minutos después, llegó una mano del meta Salva fuera del área, tan dura para los intereses de su equipo como indiscutible con el reglamento en la mano. Roja. Salía del banquillo el cedido Alberto Sánchez y Lucas casi hacía el segundo en una falta. Llegaría unos segundos después, la pena máxima fue sobre Rubén Díez, parecía destinada a Lucas y la marcó Quiles tras cedérsela el coruñés. Sin egoísmos ni personalismos. 2-0, minuto 66.

Al Dépor le quedaba media hora, pero estaba todo hecho. Unionistas no quiso perderle la cara al duelo, a pesar de estar con uno menos. Mario Gómez casi recorta en un saque de esquina. Fue prácticamente la última bala. El equipo coruñés, gustándose y sin pisar el acelerador, se lanzó de nuevo sobre la meta rival. Yeremay, Kuki Zalazar, Álex... Se sucedían los cambios y Lucas Pérez seguía en el campo. Aún quedaba el fin de fiesta, la traca final, que también iba por cuenta suya. Pase del hispanouruguayo al corazón del área y el ariete de Monelos paró, golpeó y a la red. 3-0, minuto 93. Gesto rutinario, doblete. Todo en un día único, la noche en la que Lucas volvió a casa. Que sea para quedarse, que sea para subir hasta donde el Dépor merece.