Deportivo

Luis Fernández y Borja Galán, fuego cruzado del Dépor en Polonia

Excompañeros en el Fabril, se enfrentaron la pasada jornada y anotaron los tres goles del partido, dos el burelense y uno el madrileño, que espera sea “el primero de muchos”

Los exblanquiazules Luis Fernández, del Wisla de Cracovia, y Borja Galán, del Odra Opole.

Los exblanquiazules Luis Fernández, del Wisla de Cracovia, y Borja Galán, del Odra Opole. / OKS ODRA OPOLE

Poquito tiempo, apenas mes y medio, lleva Borja Galán en la ciudad de Opole, al sur de Polonia, “entre Cracovia y Breslavia”, su primer destino futbolístico fuera de España. “Le llaman la Venecia polaca porque tiene canales y un centro histórico muy bonito”, relata el exdeportivista, reclutado en el mercado invernal por el Odra Opole, de la segunda polaca, después de pasarse la primera parte de la temporada sin equipo tras acabar su etapa en el Hércules el curso pasado. Allí el campeonato se acaba de reanudar tras el parón invernal y el pasado fin de semana, en su segundo partido con su nuevo equipo, estrenó su cuenta anotadora. “Estoy contento con mi primer gol. Espero que sea el primero de muchos”, desea el extremo madrileño.

Marcó el 0-1 en el estadio Miejski, el campo del histórico Wisla de Cracovia, que remontó curiosamente gracias a dos tantos de otro exfutbolista del Dépor, Luis Fernández, excompañero de Galán en el filial blanquiazul en la campaña 2017-18, la que jugaron juntos a las órdenes de Cristóbal Parralo y luego de Gustavo Munúa desde que el actual técnico del Racing de Ferrol se hizo cargo del primer equipo coruñés.

Luis Fernández falló un penalti, pero luego pudo resarcirse con creces al firmar un doblete en la segunda parte con el que le dio la vuelta al marcador hasta el 2-1 definitivo. “Hablamos antes y también el día del partido, rememorando todo y comentando cómo le va la vida en Polonia —relata Galán—. También hablé con Miki Villar y con los otros españoles del Wisla. Es un gusto hablar español”. El madrileño intentará repetir los éxitos de Luis Fernández en el fútbol polaco. “Él llegó también en enero hace justo un año. Tuvo esos primeros meses en los que no le fue bien porque descendieron pero está haciendo un temporadón. Lleva 13 goles y es una figura muy importante de su equipo”, explica sobre el burelense, excompañero y amigo, y a la vez rival en el fútbol polaco.

El gol de Galán no nació de un disparo, sino de un centro: “Es el balón que hay que poner. Desde pequeños nos enseñan que el centro tiene que sembrar la duda entre los defensas y el portero, y que si nadie lo toca, el balón tiene que entrar”.

Luis pelea por subir —el Wisla marcha séptimo, a un punto del play off— y Borja por no bajar. “Estamos empatados a puntos con el que marca la salvación y ahora vienen partidos contra rivales directos, semanas muy importantes”, avanza Galán, que a sus 29 años tuvo que ejercitarse en solitario durante meses mientras buscaba equipo, a caballo entre Madrid, su ciudad natal, y A Coruña, donde residía junto a su novia, Mabel, natural de Cee, y que le acompaña ahora en Opole. “Llevo toda la vida jugando al fútbol, desde los 9 años que entré en el Atlético de Madrid, y es un poco complicado levantarse por las mañanas y no tener un equipo para entrenar”, confiesa.

Para mantenerse en forma resultó clave la ayuda de dos preparadores físicos: Álex Salmerón, en A Coruña; y Edu Moyano, en Madrid. “Entre ellos dos y mi fuerza de voluntad, entrenaba a diario como si estuviese en un equipo —asegura—. Te da tiempo a pensar en todo pero por mi cabeza no pasó dejar el fútbol. Sabía que tarde o temprano iba a volver. No sabía en qué categoría, ni dónde, pero sí sabía que iba a volver, por mi trayectoria y calidad. En enero surgió esta posibilidad, decidí cogerla y, de momento, estoy muy contento con la decisión”.

Ahora en Polonia la principal diferencia con respecto al fútbol español es “la intensidad con la que se juega y el ritmo muy físico que hay”. “Te fijas en los datos del GPS y corres muchísimo más”, explica Borja Galán, pendiente como Luis Fernández de la actualidad del Dépor, con cuyo primer equipo jugaron en etapas diferentes: “Los dos estamos deseando que salga del pozo de una vez”.

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