Lucas también tendrá que pasar por el quirófano por una fractura en la cara

El Deportivo se ha quedado en el lapso de una semana sin sus dos referentes ofensivos en la fase crucial de la liga por idéntica razón y en circunstancias un tanto insospechadas. Al igual que ocurrió tras el partido de Córdoba con Alberto Quiles, Lucas Pérez tendrá que pasar el lunes o el martes también por el quirófano para solucionar con el bisturí las complicaciones derivadas de una fractura en la cara que se produjo en la penúltima jugada del encuentro ante el Alcorcón en Riazor. Si hace siete días fue Ekaitz Jiménez el que le daba una patada al delantero onubense que le dejaba, al menos, un mes fuera de los terrenos de juego, ahora es David Castro, el central de los amarillos, el que, en un balón dividido e intentando despejar, impactaba con su cabeza en el pómulo del delantero coruñés y le mandaba al quirófano.

Sufre “una fractura del arco cigomático malar” y será operado el lunes o el martes, según el deseo del futbolista y los planes del Deportivo y los médicos. El club estima que lo más lógico es que sea baja este fin de semana ante el Linares (domingo, 12.00 horas, Insports) y que regrese frente al Algeciras en quince días en Riazor. Pero el coruñés, en un mensaje en las redes sociales del propio Deportivo, dice que va a luchar para jugar ya este mismo fin de semana: “En la última jugada del partido, en el choque con el jugador del Alcorcón, se me hizo una fractura en la cara. Me operarán, no sé si mañana o pasado. No va a ser de larga duración, va a ser corta. Yo creo que para el partido del Linares. Lo intentaré con todas mis fuerzas, porque con una máscara intentaré a ver si puedo jugar y darlo todo en los partidos que quedan, que son muy importantes para nosotros, para reencontrarnos”, razonaba y explicaba el lance y sus sensaciones tras el empate que les descabalgaba de la lucha por subir de manera directa. “Fue ayer (por el sábado) un duro golpe por no brindarle a Arsenio la victoria que todos queríamos. Desde aquí solo quiero decir que estoy bien, que quiero pasar ya por el quirófano y solucionar este pequeño problema que tengo, ponerme una máscara y seguir luchando porque tengo muchas ganas e ilusión de conseguir el objetivo. Y ¡Forza Dépor! Vamos arriba con todo”, concluía intentando levantar el ánimo de todo el deportivismo, algo alicaído tras los últimos contratiempos y resultados.

Despedida de Arsenio: dijo adiós a Riazor, donde hizo los sueños posibles

A falta de un hipotético milagro que obre Lucas Pérez para no perderse ningún partido, el Deportivo se enfrenta este fin de semana a un panorama inédito, el de jugar un encuentro de liga sin ninguno de sus dos delanteros de referencia. Desde la llegada del coruñés en el mercado de invierno en su tercer retorno al equipo blanquiazul, se han perdido dos partidos Quiles y uno Lucas, pero siempre estaba el otro en el césped en cada una de estas ausencias. El onubense no jugó ante Castilla y Alcorcón y ahí estaba el coruñés. El ex del Cádiz se perdió el encuentro frente al Córdoba y el 9 comandó entonces el ataque. Con toda probabilidad ni uno ni otro estarán en la vanguardia este domingo frente al Linares.

A Lucas Pérez le operará el doctor Álvaro García-Rozado, del hospital Quirón, como ocurrió hace unos días con Quiles en el mismo lugar. Cuando las pruebas complementarias den un panorama definitivo de su estado, se establecerá el día de la operación y se darán detalles de qué reparará la intervención quirúrgica. El deportivismo ya los espera a ambos.