1-0 | El ascenso del Dépor Abanca tendrá que esperar

El Deportivo Abanca se quedó a un gol del ascenso directo y a la misma distancia de lograrlo ayer en el play off. Tan cerca y a la vez tan lejos, porque el equipo blanquiazul solo acarició la posibilidad de la remontada ante el Granada en los minutos finales. Triste desenlace a una temporada que se torció en el tramo final y que obliga a matizar un proyecto joven y con voluntad de estabilidad. Eso no debería impedir la reflexión para remediar unas carencias expuestas no solo ayer con crudeza.

El ascenso tendrá que esperar al menos otro año más, y ya será el tercero. Las blanquiazules solo amenazaron al final después de un ejercicio de fútbol-control poco amenazante. Un gol de Ainhoa Marín cerca del final alimentó las ilusiones de forzar, al menos, la prórroga y el empate que les hubiera permitido regresar a Primera División. Antes apenas estuvieron cerca de darle la vuelta al marcador con el que regresó de Granada hace una semana.

Amenazó poco el Deportivo en un primer tiempo disputado a un ritmo bajo, en apariencia contrario a las revoluciones necesarias para una remontada como la que necesitaba el equipo para levantar el

2-0 de la ida. No es que no buscara la portería contraria, sino que lo hizo a su manera, a partir de un estilo que insiste en juntar pases hasta encontrar caminos hacia el área. El Dépor Abanca es un equipo pausado, que puede empujar al rival hacia su campo y que solo acelera cuando encuentra espacios. Se tiene que colocar y acomodarse, y eso en un contexto así, en el que el público te pide algo más, puede desembocar en frustración por parte de la grada. En parte la hubo, como también comprensión y apoyo hacia las jugadoras y su técnica por la implicación mostrada.

Al equipo, sin embargo, ayer le costó y trasladó la impresión de que le faltó esa ambición que había prometido Irene Ferreras en la previa. Pudo poner una marcha más en determinados momentos, pero el Granada se lo impidió de una forma parecida a como lo hizo en la ida. Los marcajes a Ainhoa y Millene anularon a un Dépor Abanca que no tuvo una oportunidad clara hasta casi la primera media hora de juego. Lo intentó Paula con un disparo desde la frontal que rechazó Sandra. Antes todos los ataques habían muerto lejos del área en intentos de combinaciones que no salieron. La sensación es que el conjunto blanquiazul no es capaz de crear peligro si no es a través de paredes, porque en muy pocas ocasiones junta jugadoras suficientes por delante de la pelota.

Hubo dos momentos clave antes del descanso. El primero cuando Paula se jugó la expulsión en una falta en el centro del campo. Tenía una amarilla previa bastante rigurosa y la árbitro le perdonó la segunda. Lo protestó mucho el banquillo del Granada, tanto que uno de los integrantes de su cuerpo técnico acabaría expulsado.

Llegaría entonces la mejor ocasión para las deportivistas. Laura Fernández se encontraría un balón en el área, prácticamente en el punto de penalti. Era la oportunidad perfecta para hacer dudar al Granada, que hasta el momento apenas había sufrido. Falló la delantera con un remate que desvió de nuevo Sandra y el partido siguió siendo igual de cómodo para las visitantes.

No cambiaría en la segunda parte. El Granada continuaría exponiendo suficiencia y oficio ante un Deportivo con pocos recursos. La imagen fue parecida a la de la primera mitad, con intentos por encontrar a Ainhoa y Charle en los costados. Las veces que lo logró, también por la insistencia de la capitana Cris para imponer otro ritmo al equipo, no encontraría a nadie en el área.

Incapaz de fabricar alguna ocasión clara, el gol llegaría en el único error defensivo del Granada después de que las visitantes rozaran el tanto en un remate al larguero que hubiera cerrado la eliminatoria. Lo aprovechó Ainhoa para cruzar un remate que disparó la ilusión deportivista de forzar la prórroga. Estuvo a punto de hacerlo en un saque de esquina, un barullo que en el que se produjeron dos remates antes de que Sandra atrapase la pelota y pusiera punto final a otro proyecto del Deportivo Abanca, que deberá reformularse de nuevo para afrontar un regreso a la elite que se le resiste a pesar de los esfuerzos del club.

Cuenta con la base a partir de un bloque que combina jugadoras jóvenes con otras más veteranas y ha sido fiel a un estilo, quizá demasiado y eso puede que le haya acabado penalizando. La versatilidad que le faltó ayer y durante la temporada será lo que necesite para no tener que esperar mucho más para ese ansiado ascenso.