Fútbol - Deportivo

Análisis al rival del Dépor: Una trampa llamada Unionistas

El Reina Sofía se ha convertido en un fortín clave para su temporada

Es un equipo valiente y atrevido que medirá a los de Idiakez sin miedo

Los jugadores charros celebran el gol de Ekaitz Jiménez a la Real Sociedad B. |  // UNIONISTAS DE SALAMANCA

Los jugadores charros celebran el gol de Ekaitz Jiménez a la Real Sociedad B. | // UNIONISTAS DE SALAMANCA / xane silveira

Xane Silveira

Xane Silveira

Una “piedra de toque” que escucha rock&roll y no baila en pareja. Eso es lo que espera al Dépor en su visita este fin de semana a Salamanca. Un equipo atrevido y sin pudor que vive un idilio en el Reina Sofía, su gran secreto: no pierde desde febrero. Eléctrico como su afición, aprovecha el ambiente generado y se empapa de la vibración de una grada incansable que lleva a los suyos al límite.

Que la fiesta entre ambas hinchadas no deslumbre a la expedición coruñesa. No hay zona amiga cuando suena el pitido inicial. El estadio charro se ha convertido en uno de los templos malditos de la competición. Los blanquiazules, de hecho, solo han ganado una vez allí. En frente, un conjunto que se define por su solidez defensiva, su talento en el balón parado y la verticalidad en su juego ofensivo. Un equipo con varias caras, que sabe medirse a los puños o trazar partidas de ajedrez.

En base a un 4-4-2 , estructura principal que podría variar para situar a un centrocampista más, destaca por su orden y resiliencia en 90 minutos que sabe hacer muy largos. La mayor dificultad para los pupilos de Idiakez será generar desorden en sus filas, siempre compactas y solidarias. Villar, un centrocampista con virtudes en el juego aéreo y los lances individuales, es el eje sobre el que se ordena defensivamente el equipo. Mario Losada, la figura sobre la que articula los ataques. Un futbolista autosuficiente, muy técnico y que bailará con José Ángel. Sergio Camus, un lateral muy largo, es otro de los jugadores a vigilar para quien tenga que encargarse de un costado por el que sube y baja sin parar.

La solidez defensiva

Es marca de la casa en el equipo de Dani Ponz. Sus tres partidos este curso han terminado con resultados por la mínima y solo ha encajado un tanto en la presente temporada. Cacharrón, portero atrevido con los pies, es un seguro bajo palos. Es a través del trabajo colectivo y el orden sin balón por donde pasa su temporada. La pareja Erik Ruiz-Giménez destaca por su buena defensa del área, pero juntan el buen pase largo del central zurdo con la velocidad del diestro para corregir problemas a su espalda.

Un equipo valiente en casa

Su versión en el Reina Sofía es más atractiva, divertida e incluso temeraria. Presionarán alto al Deportivo y pondrán en dificultades la salida de balón. Además, se lanza con inteligencia al contragolpe y explotan cada error rival. Con la posesión es un equipo directo, que ataca bien la espalda del rival y tiene tendencia a progresar por fuera. Álvaro Gómez, diestro a pie cambiado, es una clara amenaza exterior. Rastrojo, de inicio o desde el banquillo, es un jugador que destaca por su velocidad y electricidad en el uno para uno.

El balón parado

Uno de los elementos diferenciales del juego de Unionistas es el estratégico. Las acciones a balón parado tienen valor doble en Salamanca. Tanto ofensivas como defensivas. Es un equipo que ataca el área desde cualquier rincón. A sus buenos rematadores, suma el excelso pie en las botas de Ekaitz Jiménez y el mencionado Losada. Defensivamente opondrán mayor resistencia que Rayo, Teruel o Lugo, partidos en los que el Dépor remató con comodidad. Especial atención a la altura de Slavy, su delantero centro.