Fútbol - Deportivo

Un Dépor menguante ante filiales

Desde la temporada pasada solo ha ganado un partido de seis ante equipos B

Villares cae derribado en el partido ante Osasuna Promesas en Riazor.  // IAGO LÓPEZ

Villares cae derribado en el partido ante Osasuna Promesas en Riazor. // IAGO LÓPEZ / M. Otero

Marcos Otero

Marcos Otero

Los caminos del Deportivo volvieron a cruzarse con un filial en 2011 con el regreso del equipo a la Segunda División dos décadas después. El rival fue precisamente el filial del Barcelona, plagado de caras desconocidas por aquel entonces que después se harían un nombre en la élite. Los Bartra, Montoya, Rafinha, Sergi Roberto, Deulofeu o Isaac Cuenca caerían por 2-3 en un partido marcado por un impresionante gol de Andrés Guardado desde el centro del campo.

Desde aquel entonces la errática marcha del Deportivo le ha llevado a cruzarse en no pocas ocasiones con equipos filiales. Se le dieron bien hasta que algo comenzó a torcerse para los blanquiazules a partir del curso pasado.

En aquella temporada 2011-12 del ascenso a Primera División coincidió con Barcelona B y Villarreal B. Ganaría los cuatro partidos en un pleno que ya no volvería repetirse después.

El Dépor regresaría a Segunda División en la 2013-14, temporada finalizada también con la vuelta por la vía rápida a la máxima categoría, y en la que se cruzaría de nuevo con el filial azulgrana y el Castilla. Ganó los dos partidos a los blancos —uno de ellos gracias al célebre gol de chilena de Carlos Marchena— y solo cedió un empate contra el Barcelona B en Riazor.

Pasarían seis años hasta que el Deportivo se encontrara de nuevo con un filial, pero fue el peor de todos los posibles. El descenso a la antigua Segunda División B en la temporada 2020-21 hizo que los deportivistas se encontraran con el Celta B. En el primero de los dos enfrentamientos, en un Riazor prácticamente vacío por las restricciones sanitarias de la pandemia todavía en vigor, los celestes asestarían un duro golpe (1-2) al deportivismo y dejarían muy tocado a Fernando Vázquez, que sería despedido en la siguiente jornada. El equipo blanquiazul ganaría en Barreiro para sanar en parte la herida.

El Deportivo se encontraría el siguiente curso con Bilbao Athletic, Valladolid Promesas y de nuevo Celta B. Ganaría tres de esos partidos, empataría dos y caería de nuevo contra los celestes, esta vez en Balaídos. Es a partir de la 2022-23 cuando los filiales se le empiezan a atragantar al Dépor.

La campaña pasada solo gana un partido en sus enfrentamientos ante Celta B y Castilla y por ahora la situación no ha mejorado. Hoy visitará al Barça Atlètic después de caer con el filial celeste de nuevo en Riazor en otra humillación indigna para el club y de empatar ante Osasuna Promesas.