la pelota no se mancha

Por Cris y por las que estuvieron, están y vendrán al Dépor Abanca

deportivo Abanca

deportivo Abanca / Iago López

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Desde el momento en el que el Dépor Abanca herederó el legado del Karbo no podía ser un proyecto cualquiera. La propia grandeza del Dépor tampoco se lo iba a permitir. Su corta historia de ocho años en su era moderna tiene paralelismos con los 116 del conjunto masculino. Nunca le salió todo a la primera, hubo que insistir, llevarse alguna desilusión de las que dejan cicatrices, pero siempre estuvo ahí para levantarse, para que lo levantasen.

Desde aquellos partidos en el fenecido césped natural en Ponte dos Brozos y de aquel equipo con Tere, Lía, Nuria o Cris que tropezó con esa primera bestia negra que fue el Oviedo Moderno, se fue creando una unión indisoluble con sus incondicionales, con el deportivismo. Hubo un año que no subió perdiendo un único partido... Crecieron, se rearmaron, se reforzaron y, como llevaban tanto tiempo tocando a la puerta, su desembarco en la primera división fue majestuoso. Arrasaba, se divertía, se codeaba con los grandes. Ahí seguía Cris, claro. También Teresa o Gaby, Kika, Nuria, Iris o Peke, pero ahora con Athenea, María Méndez, Misa... Un equipo generacional, aún recordado y añorado y que se tuvo que deshacer por su propio nivel y por el ascenso. Pero ese hilo no se rompió. El mejor ejemplo era ver a Athenea en Tribuna como una aficionada más y el sufrimiento diario de muchas en la distancia.

Estos tres años han sido duros. Cris nunca se fue, pero algunas de las recién llegadas pudieron como Ainhoa o Henar y también se quedaron. Hoy ya están enganchadas, porque el proyecto es Cris, las que estuvieron,las que están y las que vendrán. Esa coletilla de As Nosas no es casual y al Dépor Abanca le queda mucha vida, ojalá sea dorada. Ya está donde debe estar y es solo el inicio de una rampa de despegue que le debe estabilizar en la élite y proporcionar muchas alegrías. Se apostó, se apuesta y se apostará, porque el Dépor Abanca se lo merece y se ha incrustado en su gente.