A la cuarta fue la vencida para Villares: "No ha parado de crecer"

El centrocampista ha sido el único que ha militado en el Dépor durante los cuatro cursos en la tercera categoría

Simón Lamas: “Después de Lucas ha sido el mejor jugador este año”

Luisito: “Tenía un potencial tremendo”

Diego Villares celebra el ascenso en Riazor tras el partido contra el Real Unión. |  // CARLOS PARDELLAS

Diego Villares celebra el ascenso en Riazor tras el partido contra el Real Unión. | // CARLOS PARDELLAS

Marcos Otero

Marcos Otero

Diego Villares (Vilalba, 1996) ha sido el único jugador que ha formado parte de la plantilla del Deportivo durante las cuatro temporadas del equipo en el tercer escalón del fútbol español. La primera no la disputó completa, promocionado en enero de 2021 desde el Fabril como refuerzo de emergencia para convertirse después en uno de los jugadores más representativos del proyecto. Más de un centenar de partidos después, Villares ha sido uno de los futbolistas más destacados de la temporada de ese ascenso que tanto se le había resistido. “Después de Lucas, posiblemente haya sido el mejor jugador del equipo este año”, asegura Simón Lamas, hasta hace bien poco entrenador del Racing Villalbés y uno de los técnicos que mejor conoce su trayectoria.

Lamas lo dirigió en la base del club chairego y después en 2019, cuando Villares regresó a su equipo de origen como cedido ya por parte del Fabril. El exentrenador del Racing coloca al centrocampista como uno de los elementos fundamentales del Dépor de Imanol Idiakez. “Con la aparición de Yeremay y Mella el equipo dio un salto de calidad muy grande, pero la pareja que formaron Jurado y él aportó mucho. Villares era capaz de equilibrar muy bien al equipo, incluso de saltar a presionar como nadie puede hacer mejor en esta categoría. Con Jurado un poco mas posicional encontraron un equipo tipo muy bueno que se complementó muy bien”, expone Lamas.

El ascenso del pasado mes de mayo fue el colofón a una trayectoria que no fue sencilla para el de Samarugo. Le costó encontrar su sitio cuando aterrizó en el Fabril en 2018 y tuvo que salir cedido unos meses después. Su continuidad en el Deportivo estuvo incluso en duda poco antes de dar el salto al primer equipo en 2021. A las órdenes de José Luis Míguez, Luisito, en la temporada 2019-20 interrumpida por el COVID volvió a encontrar la continuidad necesaria. “Conmigo jugó todo, pero el mérito fue de Rubén de la Barrera, que lo subió para arriba y le dio bola. A mí me gustaba mucho, de hecho cuando estaba en el Pontevedra intenté firmarlo del Racing Villalbés. Tenía un potencial tremendo”, recuerda el hasta hace poco entrenador del Arosa y entonces al mando del filial blanquiazul.

Villares fue desde entonces quemando etapas hasta convertirse en un imprescindible en el equipo. Este curso lo ha jugado prácticamente todo y marcó cuatro goles para igualar su mejor registro como deportivista. “Lo mejor que tiene Diego es la adaptación.”, subraya Simón Lamas. “Él no tiene el ego de querer verse como el mejor jugador del equipo. A él no le importa ponerse el mono de trabajo por los demás. Creció mucho estos años. Yo siempre decía que una de sus mayores virtudes es que cada año no paraba de crecer a nivel futbolístico, mejorando registros, y su progresión nunca se estancó. Un año más lo vuelve a conseguir siendo un jugador indiscutible para el entrenador. Eso habla muy bien de él y de su importancia en el equipo. Estoy seguro que se va a convertir en un símbolo para el Deportivo y para el deportivismo y que seguirá creciendo”, añade.

A menudo apreciado por su despliegue y recorrido sobre el césped, sus virtudes van más allá para quienes le han tenido a sus órdenes, de modo que esa exhuberancia física tiende a ocultar su fútbol. “Tiene pulmón para el ida y vuelta. Hay pocos futbolistas con esa capacidad, pero lo que más me gustaba de él era su inteligencia táctica. Entendía perfectamente lo que querías. De esos futbolistas que piensen en el campo por el bien del equipo hay pocos”, apunta Luisito. El extécnico del Fabril destaca además la madurez que mostraba por entonces. “Hay muchos chavales que tienen 19 años y en cambio tienen una mentalidad de una persona de 39. Y los hay con 36 que tienen la de un chaval de 16. Ves jugar a Villares y parece que lleva 15 años jugando en Primera o Segunda División”, indica.

Simón Lamas coincide en esa inteligencia del que fuera su jugador antes de que afronte el reto del fútbol profesional para el que lo ve preparado de sobra. “Los entrenadores que tuvimos la suerte de tenerlo lo vemos más fácil porque estamos con él en el día a día. Hablamos con él, nos transmite sus impresiones y ves que entiende el juego y que absorbe todo lo que se le pide. Por esa inteligencia táctica y lo bien que se adapta a todo fue importante para todos los entrenadores. Siempre destaco que no es fácil en todo un Deportivo y para alguien que viene de abajo. Rubén de la Barrera, Borja [Jiménez], Cano, ahora Idiakez... Todos los que fueron pasando contaron con él. Eso habla muy bien de él y quizá sea por esa inteligencia táctica y saber adaptarse a situaciones diferentes”, argumenta Lamas.