Un total de 22 trabajadores (cuatro de A Coruña, tres de Santiago, cuatro de Pontevedra, cuatro de Ourense y siete de Vigo) ya no han acudido a trabajar esta semana en los cinco centros que el operador privado postal Unipost tiene en Galicia. Es el resultado de la ejecución de la primera fase del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la empresa presentó para el despido de toda su plantilla: 2.289 empleados en España, 123 de ellos en territorio gallego. En esta primera remesa de bajas la empresa ha rescindido casi 500 contratos, 22 de ellos en la comunidad gallega.

El juez, por su parte, ha dado de plazo hasta marzo para que la dirección de la compañía encuentre un comprador -en caso contrario, entrará en liquidación-, pero el plan de despidos sigue su curso con intención de reducir la estructura de la firma. La segunda fase se ejecutará antes de que termine el mes y supondrá la marcha de otros 361 trabajadores en el conjunto de España. Los sindicatos calculan que supondrá otra veintena de bajas en Galicia. En la tercera fase se prevé el cierre de los centros de trabajo menos rentables, con vistas a facilitar la venta. Por el momento la empresa no ha concretado cuáles serán las sede afectadas, pero los empleados gallegos hacen ya sus cábalas. "Se está planteando que cierren los centros más pequeños, que serían Santiago, Pontevedra y Ourense, de manera que queden solo los de A Coruña y Vigo", indica el delegado de Comisiones Obreras en Unipost en Galicia, Alberto Piña. El sindicalista confiesa que cada día tiene "menos esperanzas" de que aparezca un comprador que salve a parte de la plantilla de quedar sin trabajo. "Cada vez la situación es más dramática", asegura, y lamenta que, desde el punto de vista de los trabajadores, desde la empresa "no se ha avanzado en nada".

Una vez efectuados los primeros despidos, a día de hoy quedan 101 empleados de Unipost en Galicia: 34 en Vigo, 29 en A Coruña, 15 en Ourense, 14 en Santiago y nueve en Pontevedra.