Cuatro de cada diez trabajadoras gallegas no llegan al salario mínimo

La brecha salarial de género se redujo cuatro décimas, del 19% al 18,6%, según un informe de la CIG con motivo del 8 de marzo

Una camarera coloca una silla en una terraza. |   // L .O.

Una camarera coloca una silla en una terraza. | // L .O. / Redacción

Redacción

Los ingresos del 42,4% de las mujeres asalariadas en Galicia no alcanzaron el Salario Mínimo Interprofesional en 2021, mientras que el porcentaje de hombres gallegos que ingresaron menos del SMI fue del 29,1%. Esta es una de las conclusiones que extrae la CIG en su informe Situación laboral das mulleres en Galiza, que ha presentado con motivo del 8 de Marzo, día para el que han previsto 12 concentraciones por toda la comunidad.

Si se incluye en los cálculos a aquellas mujeres con ingresos iguales al SMI, su peso supera el 56%. Por contra, a partir de ese intervalo, el peso femenino se va reduciendo hasta el tramo de mayores ingresos (más de 10 SMI), donde las mujeres solo representan el 17,3%. Para el 20,7% de las mujeres asalariadas sus ingresos brutos fueron inferiores a los 2.946 euros; mientras que en el mencionado tramo de mayores ingresos, solo se situarían 344 mujeres, el 0,1% del total.

Si bien confirman que la brecha salarial de género se redujo entre 2020 y 2021, lo hizo solo en cuatro décimas, del 19% al 18,6%. Esta reducción, explican, está motivada por el incremento del SMI, “que beneficia en mayor medida a personas de menores ingresos, habitualmente mujeres”. “Si tanto hombres como mujeres trabajásemos los 12 meses del año y a jornada completa, la brecha de género sería solo del 7,7%, por lo que la diferencia hasta el 18,6%, atendiendo a los ingresos reales, solo puede ser debida a las mayores condiciones laborales de precariedad de las mujeres: mayor temporalidad, mayor parcialidad...”, justifican los autores del estudio.

El estudio analiza también las condiciones de las asalariadas que refleja los cambios introducidos en la última reforma laboral aplicados en 2022, que incide sobre todo en un descenso de la temporalidad. Una vez más, la reducción es mayor para los hombres que para las mujeres.

“La tasa femenina apenas se redujo en 4,7 puntos porcentuales, mientras que la reducción de la masculina fue de 5,8. Al partir ya de una diferencia importante, esta evolución no hizo más que ampliar la brecha: la tasa de temporalidad femenina es 5,5 puntos superior a la masculina en 2022”, explican.