El 32% de los autónomos prevé que su negocio perderá fuelle este año

Un 32% de los empresarios autónomos de España prevé que su negocio mengüe a lo largo de este año. Más de un 33% asegura que su actividad ya se ha reducido en los tres primeros meses de 2023. Y casi la mitad, que por mucho que no pierda peso, tampoco ha ganado nada de músculo en el último año. Así lo refleja el último barómetro de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), un estudio elaborado a partir de unas 1.200 encuestas realizadas justo antes de Semana Santa, que también pone de manifiesto que el 11% de estos autónomos han reducido su plantilla en algún punto entre marzo del año pasado y el presente, y que otro 10% prevé tener que hacerlo antes de que termine el año.

En el lado positivo, este análisis también muestra que pese a que un 80% de los autónomos ve negro el desempeño de la economía española en 2023, casi un 60% espera que su negocio aguante. La cuestión es que solo uno de cada cinco de estos empresarios prevén crecimiento, el resto (casi un 38%) esperan que su actividad se mantenga estable. Y el 32%, que decrezca.

El principal problema está en la subida generalizada de los precios y la escalada de costes, que, según esta radiografía “están poniendo en serio riesgo la continuidad de muchos autónomos, al ver aumentar sus gastos por encima de sus ventas”.

En concreto, un 85% de los empresarios encuestados afirma que sus gastos han aumentado con respecto a 2022. La mayoría apunta a entre un 10% y un 30% de incremento. Pero solo un 20% indica que su facturación se ha incrementado también, frente a un 40% que dice que vende lo mismo y otro 20% que reconoce ingresar menos ahora que un año atrás. “Por lo tanto, la disminución de la facturación para muchos autónomos y el aumento de los costes ha hecho que los gastos aumenten por encima de los ingresos y cada día abran su negocio siendo conscientes de que les va a costar dinero”, denuncia ATA.

“La inflación junto con la subida de impuestos y cotizaciones han sido las principales losas que han puesto seriamente en riesgo la continuidad de muchos negocios”, explica la organización liderada por Lorenzo Amor. La inflación, la escalada de precios, la subida de las cotizaciones y el pago de impuestos, lideran, efectivamente, el ránking de razones que más han afectado la actividad de estos autónomos; siguen el coste de las materias primas y la subida de los precios de los carburantes y de la energía eléctrica. “En el otro extremo, el coste de los alquileres es de lo que menos se quejan los autónomos, junto con el desabastecimiento de algunos productos y la subida de los tipos de interés”, profundiza el estudio.

Destrucción de empresas

En este sentido, también Cepyme denunció ayer que la subida de cotizaciones, del salario mínimo interprofesional (SMI) y la inflación han destruido 3.900 microempresas entre febrero de 2022 y febrero de este año. Esto son un discreto 0,3% menos de pequeños negocios, pero también implica que la cifra decae desde hace cinco meses.

La organización empresarial, que basa su análisis en datos oficiales de la Seguridad Social, advierte que la disminución de microempresas ha sido “especialmente intensa” en las actividades agrupadas en el sector de la agricultura, la ganadería y la pesca, y que también cae en la industria y los servicios, aunque, en este caso, solo un 0,1%. Por el contrario, crece el número de pequeños negocios relacionados con la construcción, un volumen que ya se acerca a los máximos alcanzados en 2008.