Los percebeiros defienden su 16% de la costa como una zona vital para subsistir

Las cofradías escenifican su enfado y exigen que se evite la presencia de bateeiros en sus piedras, a quienes acusan de querer inpedirles la recolección de cría

Los percebeiros se manifiestan ante la sede de la Xunta.   | // XOÁN ÁLVAREZ

Los percebeiros se manifiestan ante la sede de la Xunta. | // XOÁN ÁLVAREZ / Redacción

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Por mucho que algunos se empeñen en decir lo contrario, la disputa entre bateeiros y percebeiros siempre existió, ya que la semilla o cría de mejillón que los primeros necesitan para encordar sus viveros —la popular mejilla— crece en las mismas rocas en las que se desarrolla el percebe.

Los percebeiros sostienen que los bateeiros destrozan su producto, mientras que los mejilloneros los acusan de querer impedirles la recolección de cría para hacerlo desde las cofradías y después vendérsela. Frente a esto, la Administración lleva meses intentando calmar los ánimos y contentar a unos y a otros. Pero lo ha hecho peor, por lo que se ha enemistado con las dos partes.

Y eso es lo que propició que ayer se manifestaran en Santiago las llamadas “cofradías del percebe”, situándose a las puertas de la Xunta solo 48 horas después de que lo hicieran los bateeiros en un acto que culminó con dos detenidos y varios heridos.

La de ayer fue más pacífica, pero no menos reivindicativa. Los percebeiros quieren defender con uñas y dientes el 16% de la costa que les entregó Mar en el reparto realizado en su día, y que consideran “intocable”.