Parte de los grandes accionistas de EiDF no acuden a la junta que avaló las cuentas

La compañía gallega aprueba el traslado de su sede de Barro a Madrid

Julio Pérez

La cotización de la compañía gallega de autoconsumo fotovoltaico EiDF borró en los dos últimos días todo lo ganado el pasado miércoles tras anunciar el acuerdo de financiación con Alpha Blue Ocean, una family office con sede en Dubái. Ante “el actual contexto de incertidumbre financiera”, la firma emitirá hasta un máximo de 20 millones de euros en obligaciones convertibles con 12 meses de vencimiento. El correctivo coincidió con la celebración de, posiblemente, la última junta de accionistas ordinaria en la sede de Barro. Como se esperaba, en la cita se aprobó el traslado del cuartel general a Madrid. El cambio de sede fue uno de los asuntos que logró el voto prácticamente unánime de los asistentes. Que no eran todos los accionistas. Acudieron, según los datos comunicados por EiDF al BME Growth, los titulares de 44,346 millones de títulos, el 76,663% del capital social con derecho a voto. Solo su fundador y consejero delegado, Fernando Romero, controla algo más del 72%, incluida la retahíla de compra de acciones (70.246) que formalizó el 29 y 30 de agosto por un importe de 575.000 euros. Los otros dos socios de referencia en EiDF, según consta en la información oficial a 4 de julio, son Alejandro Alorda, propietario de Muebles Kettal, que acumulaba en aquel momento el 7,61% de las aciones de la todavía empresa gallega; y Julio Sergio Palmero Dutoit, con un 6,63% a través de Memento Gestión. La firma admitió que “algunos de los principales accionistas no acudieron a la junta”.

Además de la mudanza a Madrid, los accionistas votaron las polémicas cuentas de 2022, cuyo retraso en la publicación por las diferencias con el auditor, PwC, desembocaron en la paralización en Bolsa durante más de cuatro meses.

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