La tasa de paro en Galicia cae al mínimo en 15 años tras ganar 14.200 ocupados

A la comunidad le faltan todavía 72.000 empleos para batir su máximo de trabajadores

Sanidad y servicios sociales, bares y construcción tiran del mercado laboral en verano

Alumnos del sector de la construcción en Galicia.

Alumnos del sector de la construcción en Galicia. / F. L. C.

Julio Pérez

Además del empleo que se va creando, el tiempo de espera para conseguir uno y las condiciones de la contratación, en el mercado laboral es también muy importante cuántas personas están dispuestas a trabajar. Forman, junto con las que ya lo hacen, la llamada población activa, un termómetro de la salud económica de un territorio y del relevo generacional en el tejido productivo. Que crezca o no depende, entre otras cuestiones, de la propia evolución demográfica, si existe una generación de jóvenes suficiente y el apoyo de la migración para cubrir el vacío dejado por los jubilados; y de que la actividad marche bien y atraiga a aquellos que optaron por dejar de buscar un puesto. Es una cifra habitualmente fuente de malas noticias en Galicia como consecuencia directa del envejecimiento de la sociedad y la competencia por la mano de obra de otros territorios más grandes, pero este año al menos la sangría parece contenerse.

La comunidad sumó 11.700 activos durante el tercer trimestre y acumula un incremento de casi 26.000 en lo que va de 2023. El total de residentes que trabajan o están en disposición de ocupar un empleo ronda los 1,26 millones, la mayor cifra de los últimos siete años, según los datos de la nueva Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE) y su homólogo estatal, el INE. A pesar de que hay más gente en el mercado laboral autonómico, el paro volvió a bajar. Hay 117.200 gallegos a la espera de una oportunidad, 2.500 menos que en el segundo trimestre y 17.600 por debajo de la cifra de hace un año. En el conjunto del Estado creció en 92.700.

La tasa de desempleo en la comunidad mermó hasta el 9,3%, un nivel que no se veía desde 2008. Retrocedió sobre todo en la horquilla de los 30 a 34 años (2.500) y los de 35 a 39 años (3.100), mientras que entre los menores de 30 aumentó en 2.400, en parte por el notable ascenso de los activos en esa franja de edad: 10.100 más que durante el segundo trimestre. Es también el colectivo que arrastra las peores tasas de desempleo: 29% entre los 16 y los 19 años; 21,9% entre los 20 y los 24; y 15,3% entre los 25 y los 29. Se mantiene la brecha de género. El porcentaje de paro en las mujeres alcanza el 10,2%, casi dos puntos más que en los hombres (8,4%).

Cuatro de cada diez desempleados en Galicia llevan más de un año sin trabajar (48.200) y unos 12.200 (2.100 más que en junio) buscaban su primer empleo. Con los refuerzos para la temporada de verano, el paro en la hostelería se desplomó un 33%. Prácticamente lo mismo que en agricultura y ganadería (35,7%) que, junto con la pesca (58% de recorte), sufren con especial incidencia la falta de candidatos para suplir vacantes. En la industria manufacturera descendió el 18%, mientras que los desempleados en la educación se dispararon un 80% por el fin del curso escolar; y un 34% en la construcción.

El incremento del paro en el ladrillo contrasta con la fuerte expansión del empleo en el sector. Sumó 4.200 nuevos ocupados en el tercer trimestre del ejercicio. El ascenso más acusado se registró en las actividades sanitarias y los servicios auxiliares (10.500) y la hostelería (4.700). Hay cara y cruz en la industria. La fabricación de coches, el naval y las grandes reparaciones elevaron su ocupación en 2.000 personas, frente a los 1.300 puestos perdidos en alimentación y otros 1.300 en la industria de la madera, papel muebles.

La población activa en Galicia creció en casi 26.000 personas en lo que va de año

Galicia alcanzó los 1.144 millones de ocupados en pleno verano tras incorporar a 14.200. A diferencia del conjunto del país, en máximos históricos (21,265 millones) tras sumar 209.000 nuevos trabajadores, a Galicia le cuesta todavía batir el récord previo a la recesión financiera. Faltan 72.000 ocupados para superar el pico de 2008.

Los asalariados del sector privado aumentaron en 15.200 a lo largo del tercer trimestre; en 2.600 en las administraciones; y 1.300 eran trabajadores autónomos o empresarios sin personal. Entre los que sí tienen plantilla, la ocupación bajó en 3.800. Se nota la temporalidad del turismo. Hubo 30.000 contratados eventuales más y los indefinidos mermaron en 3.200 respecto al segundo trimestre. Pero comparando periodos iguales, Galicia tenía 31.900 fijos más que el verano anterior (23.600 a tiempo completo y 8.300 con jornada parcial) y los temporales disminuyeron en casi 4.000. La tasa de temporalidad se sitúa en el 17,6%, inferior en diez puntos a la que había antes de la entrada en vigor de la reforma laboral.

Aunque el mercado laboral sigue dando muestras claras de resistencia frente a la incertidumbre en la economía, en el tercer trimestre había 49.300 hogares en los que todos sus activos son parados después de un incremento de 1.600.

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