El precio de la leche permanece al alza, pero las granjas gallegas cobran un 16% menos por litro

Los sindicatos advierten que habrá una “primavera caliente”, con nuevas movilizaciones, si se consolidan las nuevas bajadas que ya ha trasladado parte de la industria procesadora a las productores

Jorge Garnelo

El sector lácteo vive tiempos complicados. Las protestas desarrolladas en Europa, España y Galicia han mostrado el descontento común del rural, y una de sus principales preocupaciones pasa por la crisis de rentabilidad que atraviesan parte de las explotaciones. Según las cifras más actualizadas del Instituto Galego de Estatística (IGE), el precio que perciben los productores de leche cayó casi un 16% entre enero de 2023 y enero de 2024. Al contrario, la leche se encareció un 1,2% en los supermercados para dicho periodo. En otras palabras, las industrias pagaron menos a las granjas, pero a la vez el consumidor compró más caro. Y este hecho, dentro del amplio abanico de motivos por los que el campo se ha manifestado, es uno a los que más atención prestan en estos momentos los sindicatos ganaderos, a raíz de las últimas propuestas formuladas por algunas de las empresas procesadoras para adquirir nuevo producto durante los próximos meses. Este periódico trató de contactar con varias compañías líderes en Galicia, pero rehusaron participar en esta información.

El secretario de coordinación sectorial de Unións Agrarias, Félix Porto, avanza que las industrias “están tratando de poner sobre la mesa una nueva bajada de entre 2 y 5 céntimos por litro” para los contratos relativos a la primera mitad del año, con duraciones de entre tres y cuatro meses. “No hay ninguna justificación para esta reducción”, apunta, denunciando que “ya ha habido una rebaja de 10 céntimos por litro respecto a hace un año con el argumento de que los precios estaban muy por encima de los que había en el resto de la Unión Europa”.

El representante sindical se refiere al bajón del precio de la leche que reciben los productores, que si bien se incrementó un 63,6% en 2022 ha descendido de manera importante este 2023. Pese a la caída de sus costes, tras los duros ascensos postpandemia, UUAA reconoce que las explotaciones no se han recuperado “todo lo necesario”. Solo entre 2020 y 2023, cita como ejemplo, la electricidad se ha disparado un 25,6%, mientras que el forraje lo ha hecho entre un 49,2% (maíz) y un 64,8% (paja). El concentrado, por su parte, se ha encarecido un 40,4% para dicho periodo, aunque sin duda los productos que se han visto más afectados son los fertilizantes, con subidas de hasta el 145,7%.

“Si las nuevas ofertas de la industria se consolidan, estamos hablando de una disminución que pone en riesgo la viabilidad de las explotaciones”, señala Porto, que pide intervenir a la Consellería do Medio Rural para evitar “un problema de crispación”. “O empiezan a tomar medidas o nos van a obligar a salir a la calle, porque como esto no cambie nos espera una primavera muy caliente”, remarca.

Manolo Villaverde, responsable del sector lácteo del Sindicato Labrego, indica por su parte que están realizando distintas asambleas informativas con motivo de las propuestas a la baja realizadas por parte de las industrias. “Aún no están todas”, matiza, pero prevén contar con ellas a finales de marzo y entonces determinarán los pasos a seguir. “Lo que haremos sí o sí, eso ya lo podemos anticipar, es señalar públicamente a aquellas industrias que sean promotoras de las bajadas”, afirma, recordando que quieren evitar por todos los medios la situación que se dio a finales de 2021, cuando por culpa de la anterior crisis de rentabilidad “se vendieron muchísimas vacas y cerró una cantidad importante de explotaciones en Galicia”. “Estamos cansados de que nos digan que podemos cubrir costes, lo que queremos es ganar dinero”, sentencia.

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