ESCÁNDALO BURSÁTIL

¿Por qué Grifols decide presentar unas cuentas sin auditar?

La farmacéutica no aclara la decisión aunque insiste en que el mercado conocía la fecha desde el 11 de enero, tras la primera conferencia con analistas e inversores

Sede de Grifols en Barcelona, Cataluña (España).

Sede de Grifols en Barcelona, Cataluña (España). / David Zorrakino / EP

Juan Carlos Lozano

El jueves 29 de febrero Grifols decidió presentar sus resultados trimestrales sin estar acompañados, como es habitual, por el informe firmado de sus auditores, en este caso KPMG. Y ello pese a que se encuentra inmersa en una investigación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por prácticas contables presuntamente dudosas, que ha sufrido un varapalo de gran magnitud en su cotización (en el año pierde más de un 42%), que es muy criticada por sus confusas presentaciones a analistas y que está a las puertas de sendas demandas legales en Estados Unidos y España. Pese a todo ello, Grifols decide rendir cuentas ante inversores y analistas sin el visto bueno de quien está encargado de supervisar las cuentas y decir si representan la imagen fiel o si tienen salvedades, lo cual alimentó las dudas del mercado sobre la compañía. Aunque no fue éste el principal motivo del hundimiento de la acción (cayó un 35% en la sesión del jueves por dudas sobre la generación de caja, aunque el viernes ha recuperado un 15%) sí es una decisión cuando menos muy cuestionable desde el punto de vista de mercado y que incide negativamente en la confianza de los inversores y por lo tanto, como se ha comprobado, tiene su repercusión en el valor de la compañía.

¿Por qué Grifols presenta unas cuentas sin auditar?

Las fuentes consultadas de Grifols no ofrecen una explicación concreta al hecho de presentar las cuentas sin la firma del auditor, y por lo tanto sin el plus de credibilidad que estas suponen, pero sí afirman con rotundidad que en el primer encuentro de la compañía con analistas tras el ataque del fondo Gotham, el pasado 11 de enero, el presidente de la farmacéutica catalana, Thomas Glanzmann, ya anunció que se presentarían las cuentas el 29 de febrero. Esto, indirectamente, supone poner el foco sobre los auditores por no tener su informe en esa fecha. Estas mismas fuentes resaltan que en la comunicación del jueves, tras una segunda presentación a analistas e inversores, figura una nota en la que se señala que el auditor presentará su informe el 8 de marzo, o antes, y que Glanzmann señaló en dicha presentación que ese informe de auditoría estará "limpio y sin salvedades". Fuentes de KPMG consultadas no confirman ni desmienten la fecha de presentación del informe y solo recalcan que "se trabaja con normalidad". En la CNMV, mientras, se recuerda que el plazo legal para presentar las cuentas, informe de auditoría incluido, finaliza el 30 de abril. En definitiva, las cuentas se presentaron sin auditar, pero con el compromiso de publicar este informe el 8 de marzo.

¿Es habitual que una empresa presente cuentas sin auditar?

A veces sucede, pero no es lo habitual, sobre todo si se trata de una compañía que está en la centro de la diana de las dudas de los inversores y de los analistas y en el foco de los inversores que especulan a la baja. El caso más llamativo de la presentación de unas cuentas anuales sin auditar por parte de una gran compañía tal vez fue el de Bankia. Ocurrió en la primavera de 2012, cuando una la entidad, que estaba en el ojo del huracán, esperó al último día del plazo (30 de abril) para presentar las cuentas... sin la firma del auditor. Siete días después dimitía su presidente, Rodrigo Rato.

¿Se ha precipitado Grifols al presentar las cuentas sin auditar?

Entonces, ¿qué ocurrió? ¿Se precipitó Grifols al presentar las cuentas? ¿Ha frenado KPMG el informe porque ha encontrado aspectos que hay que analizar más en profundidad? Lo cierto es que en el caso Grifols nada es sencillo. La misma CNMV, que había dado en su momento un plazo de 10 días a la compañía para que le remitiese información que aclarase las acusaciones de supuesto maquillaje contable por parte de Gotham, reconocía hace pocas fechas que le llevará "algunas semanas más" la investigación. La Comisión de Valores ha vuelto a pedir más información y aclaraciones tras el primer envío de Grifols, lo que en la CNMV enmarcan en un procedimiento "habitual". Hay que recordar que la CNMV desde el primer momento centró su investigación no en el supuesto maquillaje contable, sino en las llamadas 'transacciones túnel' entre Grifols y su presunta patrimonial Scranton, es decir, investiga si Grifols está desviando recursos hacia esa supuesta patrimonial, donde figuran miembros de la familia y exdirectivos, aunque parece que con una participación inferior al 30%. En esta línea, hay que señalar que los analistas han criticado duramente a la farmacéutica por haber pagado 266 millones a Scranton. En Bankinter, los más contundentes en este aspecto, han calificado este mismo viernes de "dividendo" este pago y han señalado que "posiblemente suponga un quebranto patrimonial para los minoritarios de Grifols", al tiempo que tachan de "confusa e insuficiente" la información.

¿Qué va a pasar ahora?

Independientemente de esperar a que la CNMV haga público, por fin, el resultado de su investigación, la primera clave es el 8 de marzo, momento en el que se debería conocer el informe de auditoría de KPMG. La segunda es que ese informe, como ha anticipado el presidente de la farmacéutica, esté "limpio y sin salvedades". ¿Y si no lo está? "De eso hablaríamos el 8 de marzo", concluyen en Grifols.