Ver las costas gallegas llenas de bateas en las que se cultive percebe puede ser cuestión de unos años. Aunque las bateas tendrán unas características especiales, este crustáceo puede unirse a especies como el mejillón o la ostra en el cultivo en mar abierto si se cumplen las expectativas de la empresa gallega Acuiperc.

"El objetivo es reunir a los investigadores y encauzar varios proyectos para hacer una producción industrial en un sector en el que apenas se ha intervenido", explica Pablo Cajaraville, uno de los promotores de Acuiperc.

El primer paso para lograr el cultivo del percebe pasa por la creación de unas placas que permiten la fijación de las larvas de percebe sin necesidad de que haya cerca ejemplares adultos. Los percebes producen larvas que quedan durante un tiempo en el agua y que, tras detectar unas moléculas en los ejemplares adultos, se pegan a su pie para, posteriormente pasar a la roca. Esta es la causa de que los percebeiros tengan que dejar el 15 o 20% del percebe adulto sin capturar, para evitar que se extinga y favorecer su cría.

El punto de partida de Acuiperc consiste en identificar las moléculas que reconocen las larvas y que provocan su fijación en los percebes para llevarlas a unas placas cuadradas de 1x1 metro, de un material indeterminado todavía, que se colocarían en las rocas en zonas en las que haya larvas de percebe para que acaben fijándose a ellas sin necesidad de que haya ejemplares adultos cerca.

"De esta forma habría una producción constante de percebe sin que los percebeiros tengan que dejar ese 15 o 20% del producto sin recolectar. Además, podría utilizarse en zonas sobreexplotadas, que antes eran productivas y ahora están vacías, para recuperar la especie en esos lugares y conseguir una mayor producción", comenta Pablo Cajaraville.

La principal ventaja que aporta Acuiperc es que suministraría placas que contienen moléculas reclutadoras y que se colocarían en unos anclajes fijados en las rocas para hacer que los percebes se peguen. De esta forma, los percebeiros, pasado un tiempo, podrían recoger todo el percebe de la placa sin necesidad de dejar el 15 o el 20% y sólo tendrían que comprar una placa nueva para conseguir más producto.

"Nosotros entregaríamos placas todos los años, con lo que se podría retirar todo el percebe. Sin embargo, los percebeiros podrán elegir entre comprar placas todos los años y así poder retirar todo el percebe, algo que es más económico que dejar parte del producto, o comprar sólo las primeras y después hacer lo mismo que se hace actualmente: dejar la cantidad necesaria de percebe para asegurar la continuidad de la explotación. Además, nosotros aseguramos que a las placas que entreguemos se fijarán los percebes", aclara el promotor de Acuiperc.

Otra de las posibilidades que ofrecen estas placas es la extracción de este crustáceo levantando las placas con un sistema de grúa, con lo que será mucho más seguro, sin los riesgos que supone despegarlo de las rocas mientras se está pendiente de los golpes de mar.

Los promotores de Acuiperc esperan que los percebeiros se animen y apuesten por este sistema, que ya cuenta con el apoyo de la cofradía de Corme. Los percebeiros de esta localidad costera pretenden recuperar las zonas agotadas en las que en el pasado hubo percebe de buena calidad.

Los plazos previstos por Acuiperc fijan en 2009 la consecución de las placas. La compañía espera que esté diseñado este sistema con moléculas reclutadoras de percebe y también los soportes que se colocarán en las rocas para sujetar las placas.

Una vez conseguido este primer objetivo pretende continuar las investigaciones para lograr el cultivo del percebe en bateas de forma similar a como se hace actualmente con el mejillón, aunque con bateas muy diferentes.

El camino hacia la acuicultura de este crustáceo comienza en los laboratorios, donde los científicos de Acuiperc se encargarán de localizar los percebes más resistentes en la cría y cultivo, los que maduran antes, los más musculosos, con mejores propiedades organolépticas, etc. Una vez localizados estos ejemplares, los mejores juveniles se fijan en el laboratorio a las placas que se colocarán en las bateas y que Acuiperc denomina como láminas, para diferenciarlas. Después sólo habrá que esperar a que se complete el proceso de engorde del percebe en la batea. "Con el diseño de las placas nos veíamos limitados porque hay zonas que vamos a obviar y queríamos llevar la producción más allá. Por eso decidimos colocar las placas también en bateas, para lograr mayor producción y volumen de ventas", indica Pablo Cajaraville.

Los percebes necesitan una serie de condiciones oceanográficas especiales que se dan en zonas de rompiente en el litoral con lo que el trabajo de Acuiperc también consiste en crear un tipo de bateas que aprovechen los movimientos ondulatorios del mar para generar microbatidas de agua marina que incidan directamente sobre las láminas con percebes fijados.

El proyecto de Acuiperc llega a su fin con la creación de las bateas y el inicio del cultivo del percebe, que esperan lograr en 2011. Sin embargo, la compañía podrá suministrar cuatro productos: placas reclutadoras de percebes, soportes para las rocas, bateas y láminas con percebes de gran calidad preparados para su engorde.

"Al llegar a este punto, la producción de este crustáceo aumentará mucho y creemos que el mercado nacional no será suficiente. Habrá que hacer promoción de este producto en el exterior y abrir nuevos mercados", concluye este promotor de Acuiperc.

Rejillas contra los furtivos

Las investigaciones de Acuiperc para lograr placas donde crezcan los percebes sin la existencia previa de ejemplares adultos también cuentan con la acción de los furtivos. "Las placas que se colocarán en las rocas y las de las bateas llevarán una rejilla que permitirá el paso del agua y de los nutrientes pero que impedirá a los furtivos raspar el percebe", explica uno de los promotores de Acuiperc, Pablo Cajaraville.

De esta forma, los percebeiros tendrán la seguridad de que el percebe no es capturado de forma ilegal. Los propietarios de las placas o bateas tendrán unas llaves para que sólo ellos puedan abrir las rejillas y no verse perjudicados por la acción de los furtivos.