El ex jefe del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) en A Coruña, Antonio Núñez Saavedra, acaba de ser absuelto de todos los cargos que pesaban contra él como presunto cabecilla de una gran organización dedicada al tráfico de estupefacientes. Siete años después de que se destapara toda la operación, la Audiencia Nacional dictó el pasado 19 de febrero una sentencia absolutoria que exonera a Núñez Saavedra por el alijo de 3.000 kilos de hachís intervenido en 2001 a bordo del velero Chad Band a 27 millas de la isla de Ons.

La decisión de la Audiencia es firme y, de hecho, Antonio Núñez Saavedra ha solicitado ya su reingreso en el Servicio de Vigilancia Aduanera así como el abono de los salarios no percibidos desde su detención, el 29 de noviembre de 2001. Durante estos siete años, Núñez Saavedra ha estado apartado provisionalmente del servicio aunque siguió cobrando el 75% de su sueldo base.

El antiguo jefe de Aduanas en la base coruñesa tampoco descarta la adopción de medidas contra todos aquellos que en su día le incriminaron, entre ellos, el coordinador de Vigilancia Aduanera en A Coruña, Hermelindo Alonso, a quien acusa de haber cometido diez perjurios, motivo por el cual se solicitó la apertura de una pieza separada que, de proceder, puede producirse ahora, una vez dictada la sentencia absolutoria por parte de la Sección Segunda de la Audiencia Nacional.

Antonio José Núñez Saavedra, junto con los funcionarios del SVA José Manuel Irijoa Chans y Pedro Manuel Varela, y el que fue comandante del puesto de la Guardia Civil en Ordes José Carlos Casal Maceda, fueron procesados por el juez José Antonio Vázquez Taín -destinado entonces en Vilagarcía- como presuntos cabecillas de una nueva red de narcotraficantes que había diseñado y realizado el transporte de 3.000 kilos de hachís a bordo del Chad Band en el año 2001.

Algunas de las actuaciones realizadas por el juez Taín fueron anuladas por la Audiencia Nacional años después al considerar, como habían solicitado las defensas de los procesados, que debió inhibirse antes al no ser competente para instruir el caso, además de considerar nulas las intervenciones telefónicas, los seguimientos y las declaraciones de los procesados que afectaban a pruebas incriminatorias en el juzgado vilagarciano.

La sentencia de la Audiencia Nacional pone fin a un largo y polémico proceso contra una de las redes del narcotráfico más importantes desmanteladas en Galicia. Ya en 2005, el alto tribunal dictó una sentencia absolutoria basándose en la incompetencia del juez Vázquez Taín como instructor de la causa, argumento que utilizó para no valorar todas las pruebas. La decisión fue recurrida por el Ministerio Fiscal ante el Supremo, que año y medio después invalidó la sentencia, lo que obligó a repetir el juicio con otro tribunal.

Casi tres años después, la Audiencia Nacional ha vuelto a pronunciarse y, de nuevo, al menos en el caso del principal imputado Antonio Núñez Saavedra, la sentencia es absolutoria.

En 2001 se acusó a los tres funcionarios de Aduanas y al guardia civil de facilitar el control de los servicios de lucha contra el narcotráfico aportando información privilegiada a los transportistas sobre rumbos y lugares de actuación.