-¿Cómo se diseñó la campaña? ¿Génova tuvo influencia?

-No. Trabajamos desde Galicia.

-Hay quien destaca que el PP de Galicia supo desmarcarse del PP nacional, que supo funcionar como una marca propia para aislarse de las supuestas tramas de corrupción y de espías e incluso Feijóo soltó aquello de que se presentaba sin siglas.

-Yo creo que se entiende perfectamente y además Feijóo lo dijo también la misma noche de las elecciones, hay que gobernar para todos. Él se presentó como candidato por el PP gallego, pero pidiendo el voto a todos y así obtuvimos el apoyo de mucha gente que no es del PP. La conclusión es que vamos a gobernar para todos.

-¿Cree que se produjo un cambio de voto por la campaña?

-Habrá que analizarlo, pero por la campaña no lo creo. Hay dos conclusiones que se pueden sacar: la gente que apoyó siempre al PP se mantuvo fiel y hubo mucha gente que se sumó al PP cuando antes no lo hacía. Pero todo esto no fue sólo por la campaña, fue por los cuatro años anteriores.

-Pusieron, y mucho, el acento sobre los supuestos despilfarros de la Xunta.

-Yo no conozco los gastos de Monte Pío, pero sí que todo lo que se hizo allí fue con el consentimiento de los grupos políticos, todo lo contrario de los casos de despilfarro, que no son supuestos y ahora se comprobará. Calaron en la población porque esos gastos eran bastante escandalosos y en todo caso suponían una desconexión entre la situación que estaban viviendo los ciudadanos y la tendencia del Gobierno gallego. Eso fue fundamental.

-La campaña fue un poco agresiva, con acusaciones contra Touriño, Quintana, Manuel Vázquez, sobre gastos suntuosos e incluso la vida personal.

-La campaña fue un reflejo de la gestión del bipartito durante cuatro años y de explicar nuestras propuestas. Luego lo que fue saliendo fue un resumen de todo eso. Se equivocarían muchísimo si ahora centran su derrota en la campaña. Me hace gracia escuchar que fue una campaña sucia y agresiva la del PP y que teníamos mucho interés en que la gente no fuera a votar.

-¿En qué claves radicó el éxito del PP?

-En la ilusión de la gente. Los militantes lo estaban y a partir de ahí contagiaron esa ilusión a la gente con las propuestas. Nosotros no teníamos el dinero que tenían el PSOE y el BNG para realizar la campaña y tuvimos que sustituir esto con la ilusión de la gente. Y había mucha decepción con el bipartito.

-¿Hasta qué punto les benefició la crisis económica?

-La crisis no benefició a nadie. Una vez que la crisis está ahí, lo que hacen los electores es valorar cómo cada uno responde ante ella y el bipartito se empeñó durante mucho tiempo en negarla y no hizo nada para combatirla.

-¿Se puede morir ahora de empacho electoral?

-Creo que no. La situación no está para perder un minuto.

-¿Cuándo le consulta Feijóo?

-Cuando cree que lo necesita. En la sede estamos puerta con puerta. Hablamos bastante.

-¿Hablan de las primeras medidas de gobierno?

-Hablamos de que hay una serie de compromisos que tienen que estar preparados muy pronto, cuando arranque el gobierno. Con respecto a nombres de personas, no, sólo de estructuras.

-Las primeras medidas anunciadas por Feijóo fueron anular galescolas, derogar el decreto del gallego, vender el Audi de Touriño, revisar el concurso eólico ? Todas para deshacer cosas del bipartito o, quizás, marcar el cambio a las primeras de cambio.

-Bueno, hay una serie de cosas de cumplimiento inmediato, como el decreto del gallego o lo de las galescolas, pero no se trata de deshacer nada del bipartito si funciona bien. Eso lo tenemos claro. No vamos a caer en el error de echarle la culpa de todo. Lo que hay que hacer es cambiar las cosas que no funcionan bien, pero no vamos con el afán de revisar por revisar todo lo anterior. Le puedo asegurar que si algo está funcionando bien, no lo vamos a tocar.

-¿Qué va a pasar con la Cidade da Cultura?

-Desde luego no vamos a perder el tiempo hablando mucho de la Cidade da Cultura, no haciendo nada como el bipartito y probablemente gastando mucho dinero que no fue a ninguna parte. Habrá que abordar el proyecto porque no puede estar parado eternamente, pero ya le digo que con un criterio fundamental, que es la austeridad. Lo primero en que se va notar la austeridad es en el futuro de la Cidade da Cultura. No vamos dejar ahí el proyecto como si fuera un problema, como hizo el bipartito, que no supo qué hacer, porque eso no resuelve nada, pero la austeridad va a llegar a la Cidade da Cultura.

-¿Se van a recortar las inversiones?

-Habrá que redefinir los contenidos pensando en lo que puede ser más útil. Hay un compromiso de financiación del señor Zapatero del que nunca más se supo, pero creo sinceramente que Galicia ahora tiene problemas mucho más urgentes y los recursos hay que destinarlos a necesidades mucho más perentorias que la Cidade da Cultura, aunque tampoco la vamos a apartar a un lado.

-¿Se replanteará el nuevo hospital de Vigo y el de Pontevedra?

-Habrá que ver qué es lo que se ha hecho y qué cosas hay avanzadas, y todo lo que sea replanteable, habrá que replantearlo de acuerdo con nuestras propuestas. En todas las inversiones fundamentales hay que hablar menos y hacer menos anuncios.

-¿Son Carlos Negreira y Corina Porro candidatos a conselleiros, pensando en utilizar la Xunta como plataforma para lanzarlos a la reconquista de las alcaldías de A Coruña y Vigo?

-Creo que sería un error pensar en los cargos de la Xunta como una plataforma. Los cargos son para trabajar durísimo. Del nuevo Gobierno se sabe que tendrá menos consellerías y que el trabajo será de 24 horas al día.

-Sin embargo, Fraga lo hizo, utilizar conselleiros para lanzarlos como candidatos municipales.

-Sería un error -estoy seguro de que Feijóo no lo hará- pensar que las de designaciones se hagan con otras miras que no sean las de trabajar. Podría coincidir alguna persona, pero no va a ser una plataforma para nada.

-¿Considera que Baltar debe dejar la Presidencia del PP de Ourense en el próximo congreso?

-Baltar está haciendo todo lo que dijo. Antes de las elecciones anunció que quería dejar la Presidencia siendo Feijóo presidente de la Xunta. El partido tiene sus procesos para renovar todas las estructuras, empezando por la regional, que va a celebrar su congreso en septiembre, y a partir de ahí tocan los provinciales, en los que habrá que abordar todas las renovaciones. El primero en entenderlo es el propio Baltar, que está cumpliendo lo que dijo.

-Baltar habló de abandonar dentro de dos años.

-En el congreso provincial será el momento de plantear el relevo, ahí se planteará. Al acabar eso nadie dirá que hubo alguien que no cumplió los compromisos que dijo.

-Quiere decir que en el congreso del PP de Ourense se hará el relevo...

-Tocará hablar de quién ocupa la Presidencia. Me parece el momento adecuado.

-¿Del relevo, insisto?

-De plantear quién se tiene que ocupar de la Presidencia del PP de Ourense. Las palabras de Baltar son fáciles de interpretar. Ahora no procede nada más.