La responsabilidad sobre la catástrofe del Prestige vuelve al Ministerio de Fomento. La decisión de alejar el petrolero de la costa gallega cuando empezaba a perder fuel ni fue "razonable" ni "prudente". En contra del auto dictado el pasado mes de marzo por la juez de Primera Instancia de Corcubión, Carmen Veiras, que exculpó al ex director general de Marina Mercante José Luis López-Sors, la Audiencia de A Coruña ha ordenado que se impute de nuevo al ex alto cargo de Fomento por "responsabilidad criminal con imprudencia muy grave". Junto a López-Sors, en el banquillo de los acusados continuarán el capitán del buque, Apostolos Mangouras, el jefe de máquinas, Argyropoulos Nikolaos, y el primer oficial, Ireneo Maloto.

Este último auto vuelve a poner en el punto de mira a López-Sors, responsable de la decisión tomada por Fomento en noviembre de 2002 de alejar el buque, cargado con 77.000 toneladas de fuel. El tribunal coruñés es tajante sobre la imputación del ex director de la Marina Mercante. "Peor, imposible". Así califica la Audiencia de A Coruña la gestión de la crisis que acabó tiñendo de negro más de 3.000 kilómetros de costa. La decisión del ex alto cargo de Fomento fue, según la providencia de la Audiencia de A Coruña hecha pública ayer, un "error clamoroso" y un "desacierto en la gestión de la crisis". Hasta el punto, continúa, "que no es imaginable un desastre (excluidas vidas humanas) de superior dimensión". La "imprevisión" de López Sors -añade- y su "consentimiento y complacencia con un rumbo suicida" provocó un resultado que "empeoró el daño ya causado al ecosistema". Por ello, la Audiencia de A Coruña concluye que el ex director de la Marina Mercante debe ser juzgado como presunto autor de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente.

La decisión de imputar de nuevo a López-Sors responde a los recursos presentados por acusaciones particulares, entre ellas Nunca Máis, Izquierda Unida y varios colectivos afectados por el vertido. En contra de los argumento de la juez de Corcubión, la Sección Primera de la Audiencia de A Coruña, constituida por los magistrados Ángel María Judel-Prieto, José María Sánchez Jiménez e Ignacio Alfredo Picatoste Sueiras, abre de nuevo la puerta a exigir responsabilidades al Estado por la catástrofe del Prestige. El tribunal también cuestiona que Fomento sólo contemplase la posibilidad de alejar el buque y que, por el contrario, no evaluase el trasvase de fuel en puerto "para evitar males mayores". "Por confiar exclusivamente a la suerte o el azar el destino del buque, como si ese destino no estuviera anudado al del medio ambiente marino y al de la costa, se incurre en reproche penal. La suerte siempre sintió debilidad por la eficiencia, y esta brilla por su ausencia en la gobernanza de la crisis", añade la providencia.

Para la Audiencia de A Coruña, "la socialización del daño fue consecuencia de la falta de previsión de lo previsible y (parcialmente) evitable". "El daño ya estaba hecho, pero su magnitud pudo tener otro rango (menor)", apunta antes de estimar que son "altamente insatisfactorias" las explicaciones aportadas por López-Sors sobre la asesoría, el rumbo, las instrucciones de salvamento y la estimación de hipótesis.

Tras el pronunciamiento de la Audiencia de A Coruña, el Juzgado de Corcubión, una vez reciba la pericial contable pendiente, abrirá la fase de juicio oral, en la que el Ministerio Fiscal y el resto de las partes personadas presentarán sus escritos de calificación. Una vez elevado el procedimiento a la Audiencia de A Coruña se señalará fecha para la vista oral.

. "Error clamoroso".

El auto de la Audiencia Provincial de A Coruña desmonta los argumentos de la juez de Corcubión, Carmen Veiras, a la que reprocha que califique de "prudente y razonable" la decisión del Ministerio de Fomento alejar el petrolero de la costa gallega.

"Es un error clamoroso. Tanto que no es imaginable un desastre (excluidas vidas humanas) de superior dimensión", recoge el auto del tribunal coruñés. Pero va más allá: "Ese resultado proclama el desacierto en la gestión de la crisis; peor, imposible".

. "Delegado único".

El propio López-Sors reconoció, según recoge el acta de declaración de abril de 2003, que "efectivamente él dio las órdenes en lo referente a las decisiones legales y estratégicas, salvo alguna cuestión operativa". Sobre la cadena de mando, relata que "recibió instrucciones de que usara todos los medios a su alcance para mejor resolver la crisis". Y sobre la decisión de alejar el petrolero, asegura que "las decisiones importantes hay que consultarlas con uno mismo" y que informó a sus superiores "después de tomada la decisión". Estas declaraciones acreditan, según el auto de la Audiencia Nacional, lo que escribe una de las acusaciones particulares, la Cofradía de A Pobra: "No sólo se trató de la peor de las opciones, sino que no obedecieron a ningún criterio técnico, consulta, precedente, asesoramiento científico ni al contenido y evaluación de la situación concreta, sino a una opción de pura oportunidad y cálculos políticos".

. La noche del 13-N.

Para la Audiencia de A Coruña "no es un desatino" pensar que la decisión del rumbo se tomó ya en la noche del 13 de noviembre, horas después de haber realizado la primera señal de socorro, y no al día siguiente, como sostuvo López-Sors. A las 22.40 horas del 13-N, el Ministerio de Fomento informaba en su página web de que el buque "se dirigirá mar adentro para evitar riesgos". Un funcionario de la Inspección Marítima de la Capitanía Coruñesa también testificó apoyando la hipótesis de que la decisión de alejar el Prestige de la costa se había tomado ya el día 13.

. Consecuencias.

La decisión de alejar el petrolero provocó una de las catástrofes medioambientales más graves. El tribunal coruñés habla de "equivocación consciente y no corregida o improvisación". Por este motivo, argumenta que "por confiar exclusivamente a la suerte o el azar el destino del buque (...) se incurre en reproche penal". Según argumenta, la "eficiencia" en la gestión de la crisis provocada por una vía de agua en el petrolero "brilla por su ausencia". La Audiencia de A Coruña parte de un "hecho obvio": "Cuanto más alejado está el vertido de fuel de la costa es mayor la longitud de costa contaminada". Aunque el "daño ya estaba hecho", en alusión al derrame inicial tras la avería, el tribunal considera que "su magnitud pudo tener otro rango (menor)".

. Alternativas.

Ante una avería como la ocurrida a un petrolero cargado con más de 70.000 toneladas de fuel, la Audiencia considera que se deberían haber estudiado "con seriedad y sosiego" otras alternativas al alejamiento del buque, tales como la posibilidad del trasvase. "Tras los primeros momentos, las horas de confusión, adoptada una posición de dominio legítima, cuando el derrame de carga todavía no era tan dramático, había remolque firme y cierta capacidad en la maquinaria y las condiciones de tiempo y mar eran sensiblemente mejores, cabía y debió haberse explorado, ponderado con seriedad y sosiego, reflexión e independencia técnica cualificada la alternativa del refugio (no en A Coruña ni en Vigo) para evitar mayores males y abrir la posibilidad del trasvase", recoge el auto de la Audiencia de A Coruña.

. Rumbo "suicida".

En contra de los argumentos de la juez de Corcubión, que consideró "prudente y razonable" la decisión de Fomento de alejar el Prestige de la costa, el tribunal coruñés la califica de "error clamoroso". No deja lugar a dudas. La Audiencia de A Coruña habla de "imprevisión" ante el "previsible agravamiento del riesgo" y de "consentimiento y complacencia con un rumbo suicida".

. Negligencia.

El auto reprocha al ex director general de la Marina Mercante su "desprecio negligente" a "alternativas posibles de disminución de riesgos", una conducta que, a su juicio, contribuyó "a un resultado que empeoró el daño al ecosistema ya causado" y que "probablemente se podía confinar y limitar".

Con todos estos argumentos, la Audiencia de A Coruña decidió ordenar de nuevo la imputación del ex director general de la Marina Mercante. El única cargo público se tendrá que sentar en el banquillo de los acusados. Pero junto a él también tendrán que rendir cuentas el capitán del barco, el primer oficial y el jefe de máquinas, Argiropoulos Nikolaos, ya que el tribunal coruñés desestimó los recursos de apelación presentados por los tres miembros de la tripulación.

La Audiencia desestima además el recurso de apelación de Izquierda Unida sobre la imputación de Antonio Lampón Barciela, capitán del remolcador Ría de Vigo, y confirma el rechazo manifestado por el Juzgado de Corcubión de imputarlo en el caso. Tampoco dio el visto bueno el recurso presentado por el Estado francés contra el auto del Juzgado de Corcubión, y rechazó su solicitud de que declaren en condición de imputadas seis personas. Se trata de Georges Lytras y Dimitris Houliarakis, inspector subcontratado de Thomas Marine Hellas y gerente de American Bureau of Shipping (ABS), sociedad de clasificación del Prestige, en el Pireo, respectivamente; Moilanen y Zaruanos, empleados de ABS, y Joe Brincat y Y.K. Kim, inspectores de ABS en Dubai.

Siete años después del hundimiento del Prestige comenzará el juicio oral.