El mercante noruego Rytterholm, que naufragó el 12 de octubre de 1976 a la entrada de la ría coruñesa, se ha convertido en los últimos años en la mayor atracción para los buceadores que visitan A Coruña. El pecio es conocido como El Chino, en homenaje al único marinero fallecido en el hundimiento, el cocinero, de nacionalidad china, que se negó a abandonar la embarcación. Ayer se cumplieron 35 años del trágico suceso y el club de actividades subacuáticas Nauga organizó una inmersión conmemorativa de esta efeméride en la que participaron cerca de medio centenar de buceadores.

El carguero Rytterholm se encuentra sumergido a 31 metros de profundidad y su casco está roto en tres trozos. Los buceadores pueden visitar durante sus inmersiones estancias como las bodegas, los baños y algunos camarotes que se conservan en buen estado.

El 12 de octubre de 1976 el mercante noruego trataba de entrar en el puerto de A Coruña con 36 tripulantes para corregir la escora de 20 grados a estribor -el lado derecho del buque- que había provocado un corrimiento de la carga, compuesta por fertilizantes y abonos. Las malas condiciones meteorológicas y marítimas hicieron que la escora se volviese más pronunciada durante las maniobras de acercamiento a la dársena coruñesa y que el Rytterholm acabase hundiéndose irremediablemente.