Quince años después de su creación, el parque natural de las Fragas do Eume todavía no dispone del obligado plan de gestión para asegurar la conservación del enclave y ordenar los usos por parte de los múltiples dueños -comunidades de montes, particulares, Diputación y empresas como Fenosa o Endesa-. Un año y tres meses después de que la Xunta elaborase el borrador y a punto de cumplirse dos meses del incendio que devoró el corazón de las Fragas, alcaldes de la comarca emplazan al Ejecutivo de Feijóo a escuchar las demandas de los propietarios y a consensuar con ellos el plan de usos y gestión del espacio natural.

Según advierten los regidores, las potencialidades del parque quedarán "lastradas" si la Consellería de Medio Ambiente no llega a un acuerdo con los afectados.

"Lo que no puede ser es que apenas se reconozcan unos cuantos derechos a los propietarios y se le impongan cientos de limitaciones", advierte el alcalde de A Capela, Manuel Meizoso. Y a modo de ejemplo cita la "excesiva burocracia" a la que están sometidos los dueños de terrenos en el parque: "Un vecino si quiere limpiar su finca debe pedir un permiso por el que hasta ahora tenía que esperar cinco o siete meses".

Nadie pone peros a las medidas de protección del espacio natural, pero los propietarios -insisten- tienen derechos. "No puede ser que cada actuación quede a criterio de la Xunta", cuestiona el alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso, que llega a calificar de "expropiación encubierta" la situación a la que están sometidos los propietarios.

Sin excepciones, los regidores de la comarca emplazan a la Xunta a reconsiderar las limitaciones impuestas a los dueños. "Los que viven y tienen sus explotaciones ahí deben tener determinadas ventajas. Se les debe permitir que sigan haciendo trabajos tradicionales", reivindica el regidor de Cabanas, Germán Castrillón, haciéndose eco de las demandas de los propietarios de pequeños terrenos situados en el corazón del parque eumés.

El alcalde de Monfero, Benjamín Modesto, da por hecho que la negociación entre la Xunta y los propietarios será una "tarea ardua" y no permitirá tener cerrado el plan de gestión hasta dentro de un par de años.

Para tratar de agilizar las conversaciones y retomar los contactos con la Administración -esta semana, los alcaldes del Eume entregaron al director del parque natural un documento con las líneas maestras que, a su juicio, debe recoger el plan de gestión-, los regidores intentarán mantener una reunión conjunta con los propietarios antes del mes de junio para presentar una propuesta conjunta a la Xunta. "No se trata de batallitas individuales, sino de hacer una propuesta que represente a todos los afectados", defiende el alcalde de A Capela.

Transgénicos y fumigaciones

Para Mónica Arco, representante de los ecologistas en la junta consultiva del parque natural, la Xunta pretende promover el espacio como "mercancía turística" sin invertir en su conservación. "Ahora funciona con un calendario preelectoral y la negociación del plan de gestión de las Fragas -cuestiona- no está entre sus prioridades". Sobre el borrador del plan de gestión de febrero del año pasado, Arco cuestiona que el Ejecutivo gallego abra la puerta a la plantación de transgénicos en el parque natural y a la autorización de fumigaciones.

Casi dos meses después de que la Xunta diese por hecho que el incendio de las Fragas fue intencionado, las conclusiones de la investigación del Seprona divulgadas por este diario revelan que no fue provocado sino que se debió a un episodio accidental -al parecer una colilla mal apagada-. Un día después de que el jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, volviese a manifestar sus sospechas de que una mano negra puede estar detrás del fuego, el conselleiro de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza, Alfonso Rueda, y el fiscal superior, Carlos Varela, eludieron pronunciarse sobre el informe de la Guardia Civil hasta que concluya la investigación. "Está siendo objeto de un procedimiento judicial y, como todos los casos que están en esta situación, solo podemos decir que está en manos del juez y a la espera de resultados", se limitó a decir Rueda.

Pero según fuentes de la investigación, tan solo falta por adjuntar diligencias complementarias que vienen a avalar la tesis de que el incendio no fue intencionado. Sin autor y sin dolo, lo que cabe esperar es que el juzgado archive la causa. Preguntado por si la Fiscalía prevé impulsar alguna acción, en vista de que el juez podría archivar el caso al entender que no hay indicios de intencionalidad, Carlos Varela coincidió con Rueda en que es necesario esperar a que concluya la investigación.