Cuatro incendios permanecían activos a última hora de ayer en O Barco, Friol, Ribas de Sil y Navia de Suarna tras haber arrasado, según las estimaciones provisionales de la Xunta, al menos 590 hectáreas. El más importante de los focos se registró en el concello ourensano de O Barco, donde rachas de viento que superaron los 60 kilómetros por hora y temperaturas que rondaron los 30 grados avivaron las llamas a lo largo de toda la tarde, sembrando el caos entre los vecinos que se vieron rodeados por el fuego.

Los pueblos de Raxoá, Millarouso, Coedo y Santurxo fueron desalojados y otras localidades como Soulecín, Santo Tirso y Éntoma estuvieron en peligro, lo que obligó a la Consellería de Medio Rural a decretar el nivel 1 de alerta ante el riesgo evidente para las personas. Además, cuatro vecinos fueron evacuados al hospital de O Barco por intoxicación de humo aunque al cierre de la edición tan solo una, A.D.F., de 28 años, continuaba en observación en Urgencias.

Las dificultades para controlar el incendio, debido especialmente al viento predominante en la zona, llevaron a la Xunta a solicitar por la tarde al Ministerio de Defensa la colaboración de la Unidad Militar de Emergencia, UME, para tratar de frenar un fuego que alcanzó dos kilómetros de frente y que según el último parte oficial proporcionado por Medio Rural superaba ya las 400 hectáreas de superficie forestal arrasada. Varios testigos afirmaron también que cinco viviendas en Santurxo y Millarouso resultaron quemadas. El subdelegado del Gobierno en Ourense, Rogelio Martínez, confirmó que dos casas de Millarouso, propiedad de dos ancianos, resultaron totalmente calcinadas.

Desde que el fuego se inició a las 13.00 horas en la parroquia de Santigoso, los habitantes de esta localidad y del contorno vivieron momentos de angustia y tensión. Las llamas se propagaron enseguida y la participación de los vecinos, que actuaron con sus propios medios, fue fundamental. Su aportación con mangueras y aperos de labranza para evitar el avance de las llamas se sumó al trabajo de los medios de extinción enviados por la Consellería de Medio Rural y la Brilat, que mandó dos batallones, uno procedente de Marín, y otro de León.

El fuego levantó desde el inicio del siniestro una importante columna de humo que podía verse desde muy lejos y avanzó a gran velocidad por los montes de Santigoso, llegando hasta el punto limpio y las instalaciones de la ITV de O Barco, sin llegar a provocar daños. Al cierre de la edición, la Xunta declaraba "controlada" la amenaza a los núcleos de población, si bien el fuego seguía devorando masa forestal. Protección Civil y bomberos vigilaban las casas ya que el fuego permanecía activo al cierre de la edición con varios frentes abiertos. El alcalde de O Barco, Alfredo García, definió la situación como "caótica" y destacó la rapidez con la que avanzó el fuego. Las llamas llegaron a cruzar el río Sil de una orilla a la otra, saltando del pueblo de Millarouso (el más perjudicado) al de Éntoma. A las 18.30 horas, la Guardia Civil de Tráfico se vio obligada a cortar la circulación de vehículos en un tramo de nueve kilómetros de la N-536 (antigua N-120). Muchos vecinos comentaron la facilidad con que el fuego se propagó debido al viento y a la falta de prevención. Alguno, desesperado, llegó a decir: "¿dónde están ahora los brigadistas que la Xunta dejó de contratar?". La conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, visitó la zona anoche.

A última hora de ayer otros tres incendios seguían activos en Friol, Ribas de Sil y Navia. En San Xoán de Río otro estaba controlado.

La peor jornada de incendios de lo que va de mes de agosto en Galicia coincidió con los últimos coletazos de la ola de calor que afecta a prácticamente todo el país desde el miércoles. Ourense y Lugo siguieron ayer en alerta y las temperaturas volvieron a alcanzar valores por encima de los 38 grados en ambas provincias, según los datos recogidos por MeteoGalicia. Hoy, en cambio, ya no habrá alertas en la comunidad, que será el primer lugar de España en el que la ola de calor dé un respiro. Las temperaturas experimentarán una bajada notable, sobre todo en el interior, con caídas de hasta siete grados respecto a los valores registrados ayer en Ourense. En la mayor parte de Galicia el mercurio no rebasará los 30 y en el litoral atlántico, donde ayer apenas se subió de 25 grados, las máximas volverán a descender un poco más.

En cuanto al viento, hoy seguirá soplando del sur, un viento que se caracteriza por ser muy cálido y seco lo que propicia la aparición de incendios. Será mañana cuando cambie y empiece a soplar del oeste, un factor que unido a un nuevo descenso de las temperaturas, ayudará a la lucha contra el fuego.