Cuatro días después de su inauguración por todo lo alto, la playa artificial construida junta al lago minero de As Pontes ya se ha visto salpicada por la polémica. Ecologistas y Xunta protagonizaron ayer un cruce de declaraciones al discrepar sobre la calidad de las aguas de la laguna y su aptitud como zona de baño. En un comunicado conjunto, las tres principales asociaciones ecologistas de Galicia -Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega), Verdegaia y la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN)- cuestionan la salubridad del lago con el que se cubrió la antigua mina de lingnito del concello coruñés de As Pontes y anunciaron su intención de realizar por su cuenta "análisis fisicoquímicos periódicos" en la zona con el fin de evaluar la calidad de las aguas. "Augas de Galicia continúa sin proporcionar datos sobre la calidad del agua, que fue solicitada hasta cuatro veces a lo largo del último año a la Consellería de Medio Ambiente y sigue sin aparecer en su web", sostienen los ecologistas, que critican por ello el "oscurantismo, demagogia y populismo" de la Xunta y de Augas.

Precisamente, el responsable de dicho ente público, Francisco Menéndez, salió ayer al paso de las denuncias ecologistas para defender la calidad "impecable" de la laguna, cuyo llenado se completó el pasado mes de abril con agua procedente del río Eume, de sus afluentes y de la propia lluvia. Menéndez negó que exista riesgo de que el lago se contamine con los ácidos derivados de la antigua mina ya que "la parte que podría ser afectada está impermeabilizada" e incluso afirmó que las analíticas realizadas arrojan datos "mejor de lo esperado". "Estamos muy contentos con el seguimiento por parte de la Universidad, Endesa y por la propia Augas de Galicia", aseguró el director del organismo, quien aseguró que este seguimiento se mantendrá "durante unos años". En cuanto a la petición de datos sobre la calidad de las aguas, negó que exista "algún problema" al respecto pero dijo no tener constancia de dicha solicitud.

Los ecologistas llevarán a cabo exámenes de la cantidad de metales pesados, como arsénico, manganeso y aluminio, que pueda haber en las aguas del lago, además de evaluar otros parámetros como el grado de acidez, oxígeno disuelto y nitratos. Las asociaciones alertan de la alta acidez de las aguas, que presentan niveles "10.000 veces más altas de lo normal", y también de "la baja proporción de oxígeno disuelto" lo que se traduce en "malas condiciones para la vida de los organismos". Adega, SGHN y Verdegaia exigen a la Xunta "responsabilidad" y que deje de actuar de "palanganera de una empresa que después de contaminar durante décadas y obtener inmensos beneficios, quiere huir de su responsabilidad".