Las listas del PSdeG por A Coruña que aprobaron las agrupaciones locales saltaron ayer por los aires. La apuesta del que será el número uno, el exministro Francisco Caamaño, por un equipo afín se topó con las presiones de distintas comarcas y de la propia dirección autonómica para que presente una lista que integre a todos los territorios y tendencias. La falta de acuerdo obligó a aplazar a hoy la ejecutiva provincial que aprobará la candidatura para el 21-O, la única de las cuatro ejecutivas socialistas en la comunidad que no se celebró ayer tal y como estaba previsto.

Las aspiraciones por copar los primeros ocho puestos de la lista -ese el número de diputados que espera mantener el PSOE coruñés aunque sondeos internos le dan uno menos en favor de Esquerda Unida- dieron al traste con los acuerdos de los congresillos celebrados esta semana. "Hay una presión formidable por las dos partes", reconoció ayer un dirigente socialista. Según apuntan fuentes del PSdeG, la tensión y la división a la hora de confeccionar la candidatura han llevado al propio secretario xeral y candidato a la Xunta, Manuel Pachi Vázquez, a intervenir en las negociaciones apelando a la representación de todas las tendencias y comarcas.

A Coruña, Ferrol, O Barbanza y A Costa da Morte. Los nombres de los candidatos por estas comarcas fueron los que bloquearon un acuerdo. Incluso con vetos por parte del cabeza de cartel. Fuentes socialistas apuntan a que Caamaño, elegido hace tan solo dos meses secretario provincial, quiere dejar fuera a los diputados Beatriz Sestayo y José Manuel Lage, miembros del grupo crítico con Vázquez pero respaldados por sus agrupaciones de Ferrol y O Barbanza, respectivamente.

La confrontación por los candidatos de la agrupación local de A Coruña tampoco se había resuelto al cierre de esta edición. Pese a que fue Manuel Vilaboy el candidato elegido por la asamblea local con 140 votos, Caamaño quiere llevar en la candidatura a su mano derecha y responsable de Organización, Emilio Vázquez. Esta propuesta se topa con el rechazo del resto de agrupaciones ya que supondría que la ciudad herculina tendría tres representantes en los primeros ocho puestos -además de Emilio Vázquez, estarían la concejal Yoya Neira, que fue la tercera con más votos, y el diputado y exconselleiro José Luis Méndez, el décimo cuarto en número de apoyos-. De tener que quedarse la ciudad con dos puestos entre los ocho primeros, el dilema del exministro pasa por prescindir de Méndez Romeu para meter a su número dos o eludir el compromiso de presentar una candidatura de consenso dejando fuera a la edil coruñesa, afín a la secretaria del PSdeG local, Mar Barcón.

Otro nombre y comarca que frustró un acuerdo es el de Marisol Soneira, de A Costa da Morte. Las agrupaciones que no van en los primeros puestos, e incluso para las que sí tienen un hueco entre los ocho primeros, no ven con buenos ojos que además del cabeza de lista, natural de Cee, vaya un candidato más de la misma comarca.

En Ourense, Pachi Vázquez castigó a los seguidores del alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, al dejarlos fuera de los puestos de salida de la candidatura. Así consuma la venganza con la exclusión del diputado Pablo López pese a que había logrado más apoyos en la asamblea local que el propio candidato a la Presidencia de la Xunta.

En Lugo, será Concepción Burgo, que repite en el Parlamento, quien lidere una lista con una renovación del 80%. La confección de la lista supone el adiós de los diputados Ismael Rego, uno de los más veteranos, y Sonia Verdes, que no repetirán.

La candidatura pontevedresa se presentaba más tranquila tras el pacto sellado entre la ejecutiva provincial y la dirección gallega, que chocaron por el veto de Pachi Vázquez a la inclusión de Modesto Pose, que finalmente dio un paso atrás y anunció su retirada. Pero la que iba a ser una reunión de trámite se convirtió en más de tres horas de debate y confrontación.