El alcalde de Ourense, el socialista Francisco Rodríguez, -que el domingo de madrugada era imputado por cohecho y prevaricación en el marco de una operación contra la corrupción denominada Pokemon aunque quedó en libertad bajo fianza de 6.000 euros-, dejó claro ayer que no tiene pensado presentar su dimisión, y que todo seguirá igual que hasta el momento en que fue detenido, el pasado jueves. "Soy totalmente inocente", proclamó.

Pero la decisión de continuar en el cargo tendrá consecuencias para el Concello, cuyo gobierno recae en una coalición entre el PSOE y el Bloque. La voluntad de Rodríguez de seguir como regidor provocará una crisis en el bipartito que, salvo sorpresa, se romperá, ya que el BNG anunció ayer por la tarde que esperaban que la renuncia del alcalde se materializase con la mayor brevedad posible. De lo contrario obrarían en consecuencia, es decir, dejando el Gobierno municipal, ya que para los nacionalistas "es una cuestión de principios la incompatibilidad de su presencia en un gobierno dirigido por una persona con una imputación grave". "Para evitar el perjuicio a la institución debería abandonar el cargo", defiende.

En una comparecencia en el salón de plenos del Concello a primera hora de la noche, Francisco Rodríguez, arropado por los concejales socialistas (con la ausencia del edil de Perímetro Rural, Antonio Rodríguez Penín, por no encontrarse en la ciudad,), dijo ser el mismo que era hace cinco años, cuando un pacto con el BNG le permitió convertirse en alcalde por primera vez. Y que es por eso que su intención es "seguir siendo alcalde, que es para lo que me eligieron", declaró.

Unos argumentos que distan diametralmente con los que esgrimen los miembros del consello local del BNG, entre los que se encuentran los tres ediles del Concello de Ourense: la teniente de alcalde, Isabel Pérez, la concejala de Medio Ambiente, Marta Arribas, y el edil de Vivenda e Deportes, Fernando Varela, que rubricaron plenamente la decisión adoptada y que le habrían trasladado al alcalde y a sus socios de gobierno.

En su comparecencia, con todo, Rodríguez dijo que no tenía constancia de ello y quiso restar importancia a una supuesta crisis que, además, espera reconducir. En todo caso, el regidor indicó que de producirse una ruptura en el Gobierno, se "tomará la decisión más conveniente", que pasa por gobernar en minoría, y aludió a lo que sucede en el Concello de Vigo con Abel Caballero, si bien precisó que el ejemplo "no tiene qué ser el mismo".

Pero el objetivo principal de la comparecencia de Francisco Rodríguez fue cerrar, por ahora, la puerta a las especulaciones que se habían producido sobre una posible renuncia de su cargo. Y así, después de hacer un alegato de su inocencia, con pasajes relacionados con su declaración ante la juez, que fueron menos de los que quisiera debido a que está bajo secreto de sumario, negó haber cometido los delitos que le imputan. De ahí que anunció la presentación de un recurso ante la Audiencia de Lugo contra el auto, tanto en lo que se refiere a las imputaciones que le hacen, de las que dijo ser "completamente inocente", como a la fianza que le impuso la juez para dejarlo en libertad, de 6.000 euros y que tendrá tres días para pagar.

"No prevariqué, no cometí esos delitos que se me imputan", repetía Rodríguez en un intento de apuntalar su decisión de resistir en la Alcaldía. Además, calificó de "bastante desproporcionada e injusta" la operación Pokemon y cuestionó los argumentos que le presentó la juez en el auto. "Me causó daño personal y familiar", dijo. En todo caso, proclamó su disposición a declarar ante la juez y su plena confianza en la Justicia, cuya actuación espera que "sirva para poner fin a cualquier trama corrupta". Y manifestó la intención de poner a disposición de los ourensanos los datos de su patrimonio, cuentas bancarias y todas sus "joyas", pues la juez está investigando el supuesto pago al regidor de cuatro relojes Rolex como premio por sus favores a la trama.

Sobre su relación con el grupo Vendex, eje central de las investigaciones y supuesto beneficiario de los contratos públicos que conseguía la trama, Rodríguez detalló que esta empresa se presentó a tres concursos en el concello este año y que no obtuvo ninguna concesión. "O este alcalde manda muy poco o tuvo poca suerte esta empresa", ironizó. No obstante, reconoció que sí intercedió por la contratación de un trabajador y en casos en que la grúa se había llevado coches. Así, relató que "una persona y muchas más que estaban en una situación crítica" le plantearon que "si quedaba algo libre, que si se le podía ayudar", por lo que un empleado "se contrató para trabajar en los servicios públicos del ayuntamiento".

Además, admitió que "en algún momento parece que hubo una indicación" y "se hizo alguna gestión" ante casos en los que la grúa se había llevado coches. "Fueron dos o tres gestiones del alcalde en todo lo que va de año. Seguramente no está bien hecho, pero a veces hay casos especiales y esa persona tenía toda la razón", justificó.