La concejal de Bienestar Social, la socialista Marga Martín, se convierte hoy en alcaldesa de Ourense en un pleno extraordinario en el que dimitirá como alcalde y concejal Francisco Rodríguez, imputado en la operación Pokemon por cohecho y prevaricación, después de que la juez de Lugo, Pilar de Lara, lo dejase en libertad bajo fianza. Mientras tanto, el sector afín a este y la dirección gallega de Pachi Vázquez intentan pactar un candidato de consenso para hacerse con el bastón de mando.

El recorrido de Martín como alcaldesa se prevé breve, en concreto de diez días, que es lo que se establece para la elección de un nuevo regidor. Los once ediles socialistas se encuentran divididos entre los denominados paquistas, afines al alcalde -que con la marcha de Rodríguez pasan a ser seis- y los pachistas, alineados con el líder del PSdeG, Pachi Vázquez- que con la incorporación de Alfonso Vilacha, son cinco- pacten el sucesor del ya exregidor. Las conversaciones formales se iniciarán el lunes y por el momento existen dos propuestas sobre la mesa: el portavoz socialista, Agustín Fernández, afín a Rodríguez, y el edil de Perímetro Rural, Antonio Rodríguez Penín, ahora cercano a Vázquez. Las conversaciones arrancarán el lunes de manera formal aunque en medio de una fractura que Rodríguez evidenció cuando anunció su dimisión con ataques duros a la dirección gallega y términos como traición para definir su caso.

Gobernabilidad

Fue precisamente Fernández el que ayer, en su condición de portavoz, anunció en una comparecencia la hoja de ruta a seguir para garantizar la gobernabilidad del concello tras la dimisión del alcalde Francisco Rodríguez y la ruptura del pacto de gobierno por parte de los tres ediles del BNG. El portavoz reclamó tiempo para superar "el bache" de su grupo municipal.

Desde el sector paquista amenazan incluso con una rebelión si no se elige como sustituto a uno de los fieles a Rodríguez: Martín, Fernández, Áurea Soto y Vázquez Barquero. "De lo contrario nos vamos", advierte alguno de estos en privado sin especificar a dónde. Por su parte, el número dos del partido, Pablo García, que ha terciado en las negociaciones reclamó "tiempo y tranquilidad" para resolver la gobernabilidad de la segunda alcaldía más poblada de la comunidad en manos socialistas.

En esta situación también tiene un papel clave el BNG, cuyos tres ediles abandonaron esta semana el gobierno local tras la imputación de Francisco Rodríguez y que vieron cómo uno de sus ediles se veía obligado a dimitir por esa misma situación judicial.

Los nacionalistas anunciaron ayer que no permitirán el acceso del PP al Gobierno municipal a través de sus once ediles -los mismos que el PSdeG- manteniendo "coherencia con la línea que siempre siguieron sus actuaciones". Sin embargo, abren más posibilidades que la realización de un nuevo bipartito, que abandonaron tras la imputación del alcalde socialista. Así, no descartan que el PSdeG gobierne en minoría y le presten apoyos puntuales sin entrar en un gobierno. Advirtieron que primero el PSdeG debe resolver sus "luchas internas" y una vez que elijan un candidato, tomarán una decisión.

Por su parte, el PP municipal criticó el nombramiento de Martín porque su departamento está implicado en una investigación de la Fiscalía por las denuncias cruzadas de las empresas que ganaron y perdieron, respectivamente, el contrato para el servicio de ayuda a domicilio del ayuntamiento.